- Eclo 27, 4-7
- Sal 91
- 1 Cor 15, 54-58
- Lc 6, 39-45
Las lecturas de hoy, nos invitan a la autorreflexión y a la necesidad de evaluar el testimonio de las comunidades creyentes, y enfatiza sobre la importancia de la coherencia, entre lo que decimos y pensamos; resaltando que la verdadera naturaleza de una persona se pone de manifiesto en su humanidad.
El text de la primera lectura, nos ofrece una serie de sentencias de tipo sapiencial que quieren poner de manifiesto la importancia de lo que decimos, de la palabra, como fruto de lo que somos. “…la palabra revela el corazón de la persona.” Efectivamente, la palabra en el ser humano es tan importante porque en ello se expresan nuestros sentimientos y deseos; el amor y el odio; la verdad y la mentira; la exhortación y la calumnia. Con la palabra se mata la fama y la honra de otros y con la palabra se resucita a los que han sido calumniados.
Pablo, en la segunda lectura, apoyado en la resurrección de Jesús, tiene la seguridad de la fe de que la muerte no es lo último; es lo último que vemos si no existe fe; pero si existe fe y esperanza, entonces es lo penúltimo. La muerte expresa lo poco que somos todavía aquí; pero la resurrección habla de que seremos la misma persona, porque Dios seguirá con nosotros “a través de la muerte”.
La resurrección significa, el don de una nueva existencia (una existencia total, salvada, solidaria y perfeccionada). Los hombres reciben una existencia nueva y definitiva, plena y perfecta, en su vida, y en sus relaciones interpersonales. Cuando muchos hombres le dan todas las cartas a la muerte, Pablo se las ofrece a Dios.
No triunfa la nada en la muerte; es Dios, Dios resucitador, el que triunfa en la muerte de mí mismo. Es eso lo que ha sucedido con Jesucristo resucitado de entre los muertos. Por eso Pablo acaba pidiendo que nuestra fatiga en el Señor no será vana. Confiar en el Señor de la vida es una opción muy importante de ser cristiano. Es eso lo que debemos aprender a vivir y experimentar en la eucaristía, porque en ella se adelanta sacramentalmente esa gran experiencia de vida que el Señor ya tiene y nos ofrece a nosotros.
¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?”, nos dice el Evangelio y el Papa Francisco, nos explica que. “…todos somos muy buenos para identificar la presencia de alguno que puede incomodar: sucede cuando encontramos a alguien por la calle, o cuando recibimos una llamada telefónica… Enseguida pensamos: “¿Por cuánto tiempo tendré que escuchar las quejas, los comentarios, los pedidos o las vanaglorias de esta persona?”.
La Palabra de Vida de este mes nos indica que “a veces, sucede también, que las personas fastidiosas son aquellas que están más cercanas a nosotros: entre los familiares hay siempre alguien; en el centro de trabajo no faltan; y ni siquiera en el tiempo libre no estamos eximidos. ¿Qué cosa debemos hacer con las personas fastidiosas? También nosotros muchas veces somos incomodos a los demás
Jesús conoce nuestro corazón de verdad. ¡Cuántas veces en la vida de todos los días hacemos esta triste experiencia! Es fácil criticar –y con rigor– errores y debilidades en un hermano o en una hermana, sin tener en cuenta que de ese modo nos atribuimos una prerrogativa que corresponde solo a Dios. La cuestión es que para «sacarnos la paja» del ojo nos hace falta esa humildad que nace de ser conscientes de que somos pecadores que necesitan continuamente del perdón de Dios. Solo quien tiene la valentía de darse cuenta de su propia «paja», de aquello de lo que tiene que convertirse, podrá entender sin juzgar y sin exagerar las fragilidades y flaquezas propias y de los demás.
Sin embargo, Jesús no invita a cerrar los ojos y dejar correr las cosas. Él quiere que sus seguidores se ayuden mutuamente a avanzar por el camino de una vida nueva. También el apóstol Pablo pide con insistencia que nos preocupemos de los demás: de corregir a los indisciplinados, confortar a los pusilánimes, sostener a los débiles y ser pacientes con todos (cf. 1 Ts 5, 14). Solo el amor es capaz de un servicio semejante.
Nos indica el Papa, …”una obra de misericordia que todos conocemos muy bien, pero que tal vez no la ponemos en práctica como deberíamos y nos puede servir al respecto es sufrir con paciencia los defectos del prójimo.”
Continua la Palabra de Vida. ¿Cómo poner en práctica esta Palabra de Vida? Además de lo que ya hemos dicho, empezando por este tiempo de Cuaresma, podemos pedirle a Jesús que nos enseñe a ver a los demás como Él los ve, como Dios los ve. Y Dios ve con los ojos del corazón, porque su mirada es una mirada de amor.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- Libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés.
- https://www.diosonrio.org.co/vaticano/catequesis-papa-francisco-sufrir-paciencia-los-defectos-del-projimo.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
- https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2025/02/PV-03-2025_doble.docx
Palabra de Vida Mes Marzo “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?” (Lc 6, 41) https://ciudadnueva.com.ar/marzo-2025/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.