https://youtu.be/yl3cKK93pOk?si=IN5qz9gnNVy-l1VI
- 1 Tim 2, 1-8
- Sal 27
- Lc 7, 1-10
Hoy la liturgia nos quiere orientar por medio de la practica de la oracion de confianza, al crecimiento de la fe y así permitirle al Señor cumplir su sueño para todos nosotros: la salvación.
San Pablo pide a Timoteo y a sus comunidades que hagan oraciones por todos los hombres. Y la razón de ello es bien sencilla, porque “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”.
Le recuerda que Dios es uno y que el gran mediador entre Dios y los hombres es Cristo Jesús. Jesús es el gran regalo que Dios ha hecho a toda la humanidad, el que ha venido hasta nosotros para señalarnos el camino que nos lleva ya en esta tierra a vivir, en medio de nuestras limitaciones, una vida llena de vida y de sentido, y el que, después de nuestra muerte y resurrección, nos espera para recibirnos con los brazos abiertos y hacernos disfrutar de la felicidad total y para siempre.
“El Señor es mi fuerza y mi escudo, en El confía mi corazón”, rezamos con el Salmista. El Papa Francisco, nos explica que “un cristiano puede llevar adelante las tribulaciones y también las persecuciones confiándose al Señor. Solamente él es capaz de darnos la fuerza, de darnos la perseverancia en la fe, de darnos esperanza… Cuando una persona hace esta oración desde el corazón siente que es confiada al Señor, es segura: Él no decepciona nunca. La tribulación nos hace sufrir pero el confiarse al Señor da la esperanza y de ahí surge la tercera palabra: paz.”
En el texto del evangelio, vemos como aquel centurión confía que el Señor puede sanar a su criado y cree que Jesús podría hacer el milagro —si así lo quería— con sólo su divina voluntad. La fe le hacía creer que, prescindiendo de allá donde Jesús pudiera hallarse, Él podría sanar al criado enfermo. Aquel centurión estaba muy convencido de que ninguna distancia podría impedir o detener a Jesucristo, si quería llevar a buen término su trabajo de salvación.
Nosotros también estamos llamados a tener la misma fe en nuestras vidas. Hay ocasiones en que podemos ser tentados a creer que Jesús está lejos y que no escucha nuestros ruegos. Sin embargo, la fe ilumina nuestras mentes y nuestros corazones haciéndonos creer que Jesús está siempre cerca para ayudarnos. De hecho, la presencia sanadora de Jesús en la Eucaristía ha de ser nuestro recordatorio permanente de que Jesús está siempre cerca de nosotros. San Agustín, con ojos de fe, creía en esa realidad: «Lo que vemos es el pan y el cáliz; eso es lo que tus ojos te señalan. Pero lo que tu fe te obliga a aceptar es que el pan es el Cuerpo de Jesucristo y que en el cáliz se encuentra la Sangre de Jesucristo».
Ante esa escena evangélica, nos brota espontáneamente pedirle a Jesús que aumente nuestra confianza y nuestra fe en él…para seguir siempre el camino que nos indica.
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes”. Ef 13, 13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://es.catholic.net/op/articulos/6270/cat/337/senor-no-soy-digno-de-que-entres-en-mi-casa.html#modal
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2023
“Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar” (Salmo 145, 2). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/#:~:text=Septiembre%202023&text=%E2%80%9CD%C3%ADa%20tras%20d%C3%ADa%20te%20bendecir%C3%A9,(Salmo%20145%2C%202). https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.