- 2 Cor 6, 1-10
- Sal 97
- Mt 5, 38-42
La liturgia de hoy nos brinda una exhortación a la esperanza cristiana y a la confianza en Dios. A no dejar pasar la Gracia en el tiempo presente. Una llamada a renovarnos en la fe dando frutos sin rehuir las dificultades, desplegando nuestras capacidades y carismas, dejándonos impulsar por el Espíritu. A contribuir en la edificación de un mundo sin violencia, instaurando una cultura de paz arraigada en principios fundamentales, en la lógica del cuidado y el respeto hacia los demás, y así, encontraremos la clave de resolver los conflictos de manera cristiana.
Uno de los rasgos de la pedagogía de Jesús al enseñar fue utilizar imágenes que nos interpelen y nos sacudan por dentro. El no pretendía que esas imágenes fueran tomadas literalmente, eso sería quedarnos en la superficialidad de las cosas, sino que nos ayudaran a cuestionarnos y abrirnos al Dios de la Misericordia para vivir en plenitud nuestra vida.
En el lugar al que Dios nos ha llamado, en las circunstancias de vida en las que nos ha colocado, estamos llamados a sobrellevar nuestras cruces como ministros de Dios. Nuestra naturaleza humana no es capaz de ello, sino sólo la gracia de Dios, junto con nuestra cooperación. ¡Esto es lo que debemos comprender! Cuanto más lo entendamos y aprendamos a aferrarnos a Dios incluso en las circunstancias más difíciles, tanto más podrá surgir en nosotros aquella actitud que el Apóstol nos muestra: “En todo nos acreditamos como ministros de Dios.”. Es la fuerza del Espíritu Santo la que hace capaz de soportar todos los sufrimientos y tribulaciones mencionadas en la lectura. Los “ministros de Dios” no se derrumban bajo las cargas de su servicio, ni permanecen tumbados; sino que el Espíritu del Señor los levanta una y otra vez. Al aceptar conscientemente la cruz que hace parte de la misión que les fue encomendada, crecen interiormente y se asemejan cada vez más a su Señor.
Hoy, Jesús nos enseña que el odio se supera en el perdón; el perdón debe acompañarse con la verdad. No perdonamos tan sólo porque nos vemos impotentes o acomplejados. A menudo se ha confundido la expresión “poner la otra mejilla” con la idea de la renuncia a nuestros derechos legítimos. No es eso. Poner la otra mejilla quiere decir denunciar e interpelar a quien lo ha hecho, con un gesto pacífico pero decidido, la injusticia que ha cometido; no buscar revancha, pero sí mantenerse firme; estar abierto al perdón y decir las cosas claramente. Ciertamente no es un arte fácil, pero es el único modo de frenar la violencia y manifestar la gracia divina a un mundo a menudo carente de gracia.
“Poner la otra mejilla, nos explicaba el Papa Francisco, no es el repliegue del perdedor, sino la acción de quien tiene una fuerza interior más grande, poner la otra mejilla es vencer el mal con el bien, que abre una brecha en el corazón del enemigo, desenmascarando lo absurdo de su odio. Esta actitud, este poner la otra mejilla no está dictado por el cálculo, por el odio, sino el amor”.
De esta manera, ser mejores implica no caer en la trampa de la provocación. El bien, esencialmente, provoca vergüenza en aquellos que abrazan el mal, es por eso que el camino es enfrentar la intolerancia con la firmeza del respeto y la empatía. Nuestra tarea cristiana es aportar la ternura para que prevalezca sobre la arrogancia y la bondad ayude a sobreponerse toda clase de mal y seamos cultivadores de esperanza, como nos lo pidió el Papa Francisco en la oración que nos dejó para orar por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza: Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
- https://www.aciprensa.com/noticias/92391/el-papa-francisco-explica-como-se-puede-amar-a-quien-nos-hace-mal-y-poner-la-otra-mejilla
- https://evangeli.net/evangelio/dia/2025-06-16
- https://harpadei.com/en-todo-nos-acreditamos-como-ministros-de-dios/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes Junio “Denles de comer ustedes mismos” (Lc 9, 13) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.