?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/HCP_3J8WvA0
- Ex 11, 10-12, 14
- Sal 115
- Mt 12, 1-8
En muchas ocasiones atribuimos a Dios todo tipo de acciones y sentimientos humanos y naturales, haciendo que Dios parezca más humano que divino, dice Fray Alexis González de León en la reflexión de la primera lectura de la liturgia de hoy. Con la lectura Éxodo, continúa, vemos como Dios libera a Israel hiriendo de muerte a Egipto. Parece un juego cruel de un Dios caprichoso que libera a un pueblo y procurando que el otro no renuncie a su estatus opresor. En este relato se refleja cuando dice que Dios hizo que el Faraón se empeñara en no dejar marchar a los israelitas de Egipto.
Dios no destruye pueblos para salvar a otros. Los hombres atribuyen a Dios los acontecimientos de los pueblos y su historia. Es como mirar a Dios con los ojos de la historia.
Es cierto que Dios liberó a Israel de Egipto, que propone una preparación para su paso por el Pueblo, pero no creo que su paso por nuestra historia sea una acción aniquiladora de inocentes. De lo que Dios quiere salvar y liberar al pueblo de su opresión instalada en generaciones diversas. Hay pueblos que tiranizan y avasallan, olvidando el sentido de la convivencia libre y en el encuentro entre culturas.
El faraón, como muchos de nosotros, en lugar de ser dócil a la voz de Dios, endureció su corazón, queriendo, con ello, impedir la realización de su proyecto (si el texto dice que Dios endureció el corazón del faraón esto es debido a la forma de redactar, pues el escritor describe la acción del faraón como un acontecimiento ya ocurrido -en retrospectiva-, la cual es interpretada como la oportunidad para manifestar todos los prodigios que finalmente llevan a la libertad del pueblo). La dureza del corazón del faraón fue la oportunidad que Dios usó para manifestarle, no solo al pueblo, sino al mismo faraón su poder y su amor.
¿Cuántas veces, nos ha pasado lo mismo a nosotros? ¿Cuántas veces, a pesar de ver que la voluntad de Dios es una, nosotros queremos mantenernos en nuestra posición? San Pablo decía que cuando no somos dóciles a la inspiración del Espíritu lo que hacemos es lastimarnos, y a veces lastimar a los demás, “dando coces contra el aguijón”. Tengamos siempre nuestro corazón abierto al amor y a las inspiraciones del Espíritu y seamos cooperadores en su proyecto de salvación para todo el mundo.
Y Jesús nos advierte con este pasaje del evangelio de hoy, del peligro de convertir la ley en la única norma de la vida, olvidándonos de los demás valores. No es que la ley sea mala, lo cual ya nos lo ha dicho san Pablo, sino que puede convertirse en una verdadera cadena que no nos deja vivir.
El Señor lo que quiere es que cumplamos la ley, pero sin olvidar que, sobre la ley, siempre estará la caridad. Nuestra oración diaria hace de la ley una experiencia de amor.
Nos explica, el Papa Francisco: “Concluyendo ese diálogo con los fariseos, Jesús les recuerda una palabra del profeta Oseas (6, 6): «Id, pues, a aprender qué significa aquello de: misericordia quiero, que no sacrificio» (Mt 9, 13). Dirigiéndose al pueblo de Israel el profeta lo reprendía porque las oraciones que elevaba eran palabras vacías e incoherentes. A pesar de la alianza de Dios y la misericordia, el pueblo vivía frecuentemente con una religiosidad «de fachada», sin vivir en profundidad el mandamiento del Señor. Es por eso que el profeta insiste: «misericordia quiero», es decir la lealtad de un corazón que reconoce los propios pecados, que se arrepiente y vuelve a ser fiel a la alianza con Dios. «Y no sacrificio»: ¡sin un corazón arrepentido cada acción religiosa es ineficaz!
Y el sacerdote Javier, afirma que hoy el Señor se acerca al sembrado de tu vida, para recoger frutos de santidad. ¿Encontrará caridad, amor a Dios y a los demás? Jesús, que corrige la casuística meticulosa de los rabinos, que hacía insoportable la ley del descanso sabático: ¿tendrá que recordarte que solo le interesa tu corazón, tu capacidad de amar?
«Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado» (Mt 12,2). Lo dijeron convencidos, eso es lo increíble. ¿Cómo prohibir hacer el bien, siempre? Algo te recuerda que ningún motivo te excusa de ayudar a los demás. La caridad verdadera respeta las exigencias de la justicia, evitando la arbitrariedad o el capricho, pero impide el rigorismo, que mata al espíritu de la ley de Dios, que es una invitación continua a amar, a darse a los demás.
«Misericordia quiero y no sacrificio» (Mt 12,7). Repítelo muchas veces, para grabarlo en tu corazón: Dios, rico en misericordia, nos quiere misericordiosos. «¡Qué cercano está Dios de quien confiesa su misericordia! Sí; Dios no anda lejos de los contritos de corazón» (San Agustín). ¡Y qué lejos estás de Dios cuando permites que tu corazón se endurezca como una piedra!
Jesucristo acusó a los fariseos de condenar a los inocentes. Grave acusación. ¿Y tú? ¿te interesas de verdad por las cosas de los demás? ¿los juzgas con cariño, con simpatía, como quien juzga a un amigo o a un hermano? Procura no perder el norte de tu vida.
Pídele a la Virgen que te haga misericordioso, que sepas perdonar. Sé benévolo. Y si descubres en tu vida algún detalle que desentone de esta disposición de fondo, ahora es un buen momento para rectificar, formulando algún propósito eficaz.
Hoy que la Iglesia Católica celebramos a la Virgen del Carmen, con la Oración Colecta pidamos al Señor que nos conceda la poderosa intercesión de la gloriosa Virgen María, nuestra Señora del Carmen, para que, con la ayuda de su gloriosa protección, podamos llegar hasta el monte de la salvación, que es Cristo, El que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Palabra de Vida Mes de Julio 2021
“Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado” (Mateo 9, 22) . https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.