El tiempo de Adviento es un tiempo, como nos lo decía al principio de este tiempo san Juan Bautista, para corregir nuestros errores y para agregar a nuestra vida los elementos que hacen que toda nuestra existencia se adhiera más a Dios. Es tiempo, pues, de ver si nuestra relación con Jesús es estrecha, si nuestra oración es continua y si verdaderamente estamos buscando vivir de acuerdo al Evangelio.
La liturgia de hoy nos hace un llamado a la conciencia para que enderecemos nuestros caminos para que nunca falte en nuestra familia y en nuestra comunidad la paz y la justicia. Aprovechemos este tiempo para hacer una revisión en tu vida y poder así, responder con generosidad al Señor.
Afirma el Papa Francisco que “Hay cristianos que tienen «cierta alergia a los predicadores de la Palabra»: aceptan «la verdad de la Revelación», pero no «al predicador», prefiriendo «una vida encerrada». Sucedía en tiempos de Jesús y, por desgracia, sigue sucediendo aún hoy a quienes viven encerrados en sí mismos, porque tienen miedo a la libertad que viene del Espíritu Santo.
“Yo soy el Señor tu Dios, el que te instruye en lo que es provechoso, el que te guía por el camino que debes seguir”, es el mensaje del Profeta Isaías para nosotros hoy y el Salmista nos dice “Dichoso el hombre que confía en el Señor”. Cuántas propuestas nos ha hecho el Señor a través de la historia y hay tantos que de una u otros manera somos como los niños de los que nos habla hoy San Mateo, indiferentes y fríos a su constante llamado. Adviento para qué? ¿Quién tiene que venir? ¿A quién le interesa el Adviento? Esta actitud de pasotismo ante la acción de Dios en nuestra vida es lo que hace saltar de la silla a Jesús. «¿Con quién comparare a esta generación?» Jesús increpó así a los que le escuchaban, pero no es una pregunta para ayer, es una pregunta totalmente actual. «Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, os hemos entonado lamentos y no habéis llorado». Nos podemos encontrar en ambos casos con personas que no esperan nada de Dios. Aparece la actitud «anti-adviento» que sería como el negativo de la foto. Así nos encontramos primero a los que «tocan la flauta pero no bailan». Serían las personas que le piden a Dios que haga un milagro para solucionar un sufrimiento de su vida, y ocurre que, habiéndose producido dicho milagro, sin embargo se convencen de la suerte que han tenido y se alegran por su pericia o la de otros profesionales. Pero nada de que Dios haya podido hacer algo.
Segundo, encontramos a los que «tocan lamentos y no lloran». Sería los que creyendo ser perfectamente libres, niegan a Dios en su vida diciéndole que les deje en paz para obrar a su antojo. Y al mismo tiempo están convencidos de que Dios no existe porque «no hace nada» frente al mal del mundo y el sufrimiento de la gente.
Isaías, invita al pueblo a no perder la esperanza a pesar de su triste realidad. Y les recuerda que para ello, hay que fiarse de Dios, que una y otra vez a pesar de su tozudez y de coger caminos equivocados que les lleva a situaciones penosas, permanece.
La Antifona de hoy nos dice que “el Señor vendrá con esplendor a visitar a su pueblo, para traerle La Paz y la vía eterna”; por eso es importante hacer conciencia de esta invitación que nos hace Isaías, a volver a la propuesta de Vida de este Dios, que quiere la salvación y vida de sus hijos e hijas. Y la cita de hoy, del evangelio de Mateo, está totalmente relacionada con la de este profeta. Nosotros podemos ser esa generación que no sabe vivir la fiesta, el banquete, la felicidad que Dios quiere para todos sus hijas e hijos.
Estamos convirtiendo la felicidad en un artículo de consumo o evasión para disfrute de unos pocos; nos cuesta pensar y no estamos dispuestos a cambiar nuestro ritmo de vida en beneficio del bien común de la humanidad.
Pero esta situación no trae felicidad y vida. No puede haber fiesta, no puede haber Eucaristía sin comensales abiertos a compartir. No se puede entender a un Dios de la fiesta y el banquete sin asumir el dolor, el llanto, el lamento de los hermanos y hermanas sufrientes.
Terminemos con la Oración de los fieles pidiéndole al Señor, enseñanos el camino de la salvación.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/12/15/el-anti-adviento-2/
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa-francesco_20131213_sin-miedo-libertad.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=15-12-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.