https://youtu.be/K7-2Qi-mK-c?si=Dh1DVvL2tqetrp_g
- Is 41, 13-20
- Sal 144
- Mt 11, 11-15
Cuando los primeros cristianos que hablaban en griego querían explicar cómo Jesucristo estaba presente en sus vidas decían la palabra «parousía». Significaba para ellos sencillamente «presencia», era algo que poseían, pero a la vez estaban esperando su plenitud, añorando volver a tocar y a ver con sus propios ojos a Jesús. Por eso, en latín lo tradujeron por «adventus», es decir, «el que viene», y de ahí que más tarde a este tiempo de preparación al memorial de su nacimiento y a su segunda venida, lo llamemos «adviento». La experiencia original era esa: Jesús está presente, pero queremos que se manifieste totalmente.
Hoy celebramos la menoría de San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la ley, la liturgia nos invita a preparar el Camino del Señor como nos lo muestran tres personajes en concreto, a quienes El prodigó asistencia Divina: este santo que hoy recordamos quien nos deja trazado un camino certero: la plegaria, en la que encontraba la fuerza necesaria para abrazar la cruz y alcanzar así la Gloria Celestial; Isaias el llamado profeta de la esperanza quien nos invita a una vida de plenitud teniendo la confianza de que el es quien nos ayuda y su mano hace todo posible, y San Juan Bautista, su precursor.
En la primera lectura,el profeta Isaías anuncia el auxilio del Señor a los más pequeños de Israel utilizando una expresión que nos resulta familiar. Recordamos la escena de la Anunciación, en el evangelio de Lucas, en la que María es tranquilizada por el Ángel Gabriel: No temas, María. María, una mujer pequeña, tal vez una mujer sin importancia en su comunidad, halló gracia ante los ojos de Dios.
El Señor mira lo pequeño de este mundo, está pendiente de esas diminutas criaturas que nombra cariñosamente el profeta; animalillos que no acaparan la atención de nadie y nadie aprecia. A Dios sí le importa lo pequeño. Lo insignificante o lo despreciable para el mundo, resulta agradable a los ojos de un Dios que se muestra atento y solícito con todos.
De nuevo la Palabra de Dios nos recuerda que tenemos un Dios que está pendiente hasta de los más pequeños detalles de nuestra vida. Él es quien hace que nuestra vida, aunque parezca que es como un desierto, llegue a florecer como un vergel.
No cabe duda que la misión de Juan Bautista, la misión de preparar el camino del Redentor, la misión de precursor se encaja en su vida como algo que él tiene que vivir, que tiene que aceptar. La vocación de Juan Bautista no se da simplemente por el hecho de que Dios llama a su vida; también se da, se cuaja, se fecunda, se madura porque, con su libertad, Juan Bautista acepta esta misión
Fíjate, hoy Jesús hace una declaración preciosa sobre su primo y le llama el gran profeta de Israel: » él es Elías…» “El que tenga oídos que oiga». ¿Qué quiere decir? Quiere aclararnos que Juan era verdaderamente su precursor, el que llevó a término la misma misión que Elías, conforme a la creencia que existía en aquel entonces de que el profeta Elías tenía que volver antes que el Mesías. Y también dice: «no hay nadie más grande que él nacido de mujer…». Pero muchos no se dieron cuenta… ¿Por qué? Porque pensaban que en lo pequeño – en ese pobre arapiento del desierto- no puede darse algo grande. Y sin embargo, el adviento es la gimnasia de eso mismo: aprender a descubrir a Dios en lo que puede pasar desapercibido.
Nos explica el Papa Francisco: “Podemos caer en la trampa de medir el valor de nuestros esfuerzos apostólicos con los criterios de la eficiencia, de la funcionalidad y del éxito externo, que rige el mundo de los negocios. Ciertamente, estas cosas son importantes. Se nos ha confiado una gran responsabilidad y justamente por ello el Pueblo de Dios espera de nosotros una correspondencia. Pero el verdadero valor de nuestro apostolado se mide por el que tiene a los ojos de Dios. Ver y valorar las cosas desde la perspectiva de Dios exige que volvamos constantemente al comienzo de nuestra vocación y –no hace falta decirlo– exige una gran humildad. La cruz nos indica una forma distinta de medir el éxito: a nosotros nos corresponde sembrar, y Dios ve los frutos de nuestras fatigas. Si alguna vez nos pareciera que nuestros esfuerzos y trabajos se desmoronan y no dan fruto, tenemos que recordar que nosotros seguimos a Jesucristo, cuya vida, humanamente hablando, acabó en un fracaso: en el fracaso de la cruz.2
El tiempo de Adviento busca que tengamos presente que Dios nunca está lejos, que su presencia se acerca continuamente a nosotros para hacer de nuestra vida una experiencia profunda de amor. Debemos, de todas formas, recordar que esta presencia y encuentro con Dios muchas veces se realiza por medio de sus “instrumentos”, es decir, a través de nuestros hermanos, lo que implica que nosotros también muchas veces somos el medio para que este encuentro con Dios se realice.
¿Cómo preparamos el Adviento? ¿Qué salimos a buscar a las calles? ¿Buscamos palabras de verdad en los escaparates, en la publicidad de los productos caros? ¿Estás convencido de que ser cristiano vale la pena? Esta es la pregunta que Jesús nos lanza en el evangelio de hoy. De nuestra respuesta depende el esfuerzo que hagamos no sólo durante el Adviento, sino durante toda tu vida para vivir de acuerdo al Evangelio y permitir que la vida en el Espíritu sea una realidad en ti.
“Bueno es el Señor para on todos… bendeciré tu nombre siempre y para siempre… que te alaben , que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas”, nos dice el Salmista. La vida de Fe me ha enseñado que vivir bajo su Gracia nos hace sencillos, disfrutamos de lo pequeño y en eso pequeño es que nos hacemos grande pero con humildad. El Señor se place cuando nos ve actuando con Amor, cuando nos ve que somos compasivos, caritativos con los demás. De esa forma El se Gloria en nosotros y nos concede todo lo que nuestros corazones desean. Por qué? Porque su fidelidad es grande para aquellos que le somos fieles..
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://es.catholic.net/op/articulos/11729/cat/504/juan-bautista-el-precursor.html#modal
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/12/14/el-lugar-favorito-de-jesus-2/
- https://mensajeradejesus.com/2019/07/12/que-bueno-es-el-senor-3/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=14-12-2023
- https://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2023
““Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús” (Primera Carta a los Tesalonicenses, 5, 16-18) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.