- Ez 9, 1-7; 10, 18-22
- Sal 112
- Mt 18, 15-20
La primera lectura, nos regala este pasaje profético desconcertante del profeta Ezequiel, en el que podemos ver cómo Dios se ocupa y preocupa de los “marcados en la frente”, sus ungidos, no al azar, sino que son quienes se han distinguido por su fidelidad a la ley viviendo la fe de un modo coherente, doliéndose por los que sin ningún escrúpulo desprecian los preceptos del Señor, manchando y profanando la ciudad santa Jerusalén.
Ezequiel contempla cómo la gloria del Señor abandona el Santuario por los pecados de los hombres…. Dios no está sometido a ningún lugar ni espacio concreto, Él habita en el que le ama, respeta y adora, sea de la nación que sea, en cualquier lugar y circunstancia pues todo le pertenece, él es el Creador y dueño de todo.
“La gloria del Señor se eleva sobre los cielos.” El salmo nos brinda una llamada a alabar continuamente al Señor desde un extremo al otro de la tierra, cantando sus maravillas, sus acciones en favor de los hombres, y aunque la gloria del Señor se eleva sobre los cielos, en realidad, Él no está lejos ni se desentiende de nosotros, sino que continuamente está pendiente de todas y cada una de sus criaturas…
El evangelio nos recuerda dos cosas importantes. La obligación del cristiano el ver por el bien espiritual, físico y moral de los hermanos. No podemos ver que un hermano peca y nosotros quedarnos tan tranquilos, es nuestra obligación cristiana hacerle ver su error. Para hacerlo, recordemos la parábola de la basura en el ojo, pues en ella nos recuerda Jesús que la manera de corregir al hermano es siempre con gran amor y con mucho cuidado, como cuando queremos retirar de su ojo una basurita.
Debemos buscar el momento y las palabras adecuadas con el fin de no lastimarlo. Sin embargo, debemos ser sinceros y auténticos. El esfuerzo, debe ir hasta hacernos ayudar de toda la comunidad, si fuera necesario. Recordemos que somos un cuerpo y si un miembro se enferma, se enferma todo el cuerpo. Tampoco se trata de estar buscando todos los pequeños errores de los demás, se trata de las faltas que pueden llevar a la perdición de su vida o a pecados más graves, a faltas morales que distan mucho de la vida cristiana.
Por otro lado, está la invitación a ser receptivos a la corrección de nuestros hermanos. Dios nos ama como somos, pero rechaza la idea de dejarnos en estas condiciones. El quiere que seamos exactamente como Jesús.
Y segundo nos indica la importancia de la oración comunitaria. “Si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuese, mi Padre Celestial se los concederán; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos.”
Afirma el Papa Francisco: “Un aspecto que se deberá cuidar de manera particular es la vida fraterna en comunidad. La cual es alimentada por la oración comunitaria, por la lectura orante de la Palabra, por la participación activa en los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación, por el diálogo fraterno y por la comunicación sincera entre sus miembros, por la corrección fraterna, por la misericordia hacia el hermano o la hermana que peca, por la “condivisión” de responsabilidades. Todo esto acompañado por un elocuente y alegre testimonio de vida simple junto a los pobres y por una misión que privilegie las periferias existenciales.
Explica Chiara Lubich, fundadora del Movimiento Los Focolares: “Habrás leído en el Evangelio que Jesús recomienda en varias ocasiones la oración y enseña a obtener. Pero esta oración en la que nos fijamos hoy es realmente original, pues para poder obtener una respuesta del cielo, exige varias personas, una comunidad. Dice: «Si dos de vosotros». Dos. Es el número más pequeño para formar una comunidad. O sea, que a Jesús no le importa el número sino la pluralidad de los creyentes.
Como sabrás, también en el judaísmo es sabido que Dios aprecia la oración de la colectividad. Pero Jesús dice algo nuevo: «Si dos de vosotros se ponen de acuerdo». Quiere varias personas, pero las quiere unidas, pone el acento en su unanimidad: quiere que formen una sola voz.
Deben ponerse de acuerdo sobre qué pedir, ciertamente; pero esta petición debe apoyarse sobre todo en una concordancia de los corazones. Lo que Jesús afirma, en realidad, es que la condición para obtener lo que se pide es el amor recíproco entre las personas.”
Textos Consultados:
- https://chiaralubich.org/downloads/chi_19800425_es.pdf
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://es.catholic.net/op/articulos/66290/cat/331/correccion-fraterna.html#modal
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=14-08-2024
Palabra de Vida Mes de Agosto. “Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!” (Mt 17, 4). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.