- Dt 54, 1-12
- Sal 65
- Mt 18, 15-20
La liturgia nos insta a continuar nosotros, como comunidades cristianas, con la misión emprendida por Moisés, continuada por Josué y concretada por el Resucitado de no vivir bajo la esclavitud, sino abrazar esa dimensión de la Iglesia pecadora y acercándonos a quien se equivoca, ser coherentes con la Buena Nueva de Jesús.
En la primera lectura nos indica el texto que Dios trataba con Moisés cara a cara» Esta expresión es paradigma de lo que es y significa la identidad y misión de un profeta. En pleno Antiguo Testamento, el autor sagrado ejemplifica en Moisés lo que constituye una vida dedicada por entero al servicio de Dios y del Pueblo a quien Él escogió.
Aunque Moisés también es descrito como inigualable entre todos los profetas y líderes, es posible que podamos imitar, pues en nuestro bautismo a ti, y a mí el Señor nos ha constituido también como profetas y nos ha encomendado un servicio muy concreto, mantener viva la memoria de un pueblo que no esta llamado a vivir bajo el yudo de la esclavitud, o sea a estar atados a las prácticas y deseos pecaminosos, o a intentar obtener la salvación por otro medio que en es de la Gracia de Dios.
El salmo nos invita a ir y ver las obras de Dios,, o sea a estar presente, a no quedarnos sentados esperando tranquilamente a que sucedan las cosas, a vivir una fe activa. A mirar cara a cara la realidad que nos llama, abrir los ojos y ver; no contentarse con solo escuchar, sino ver las obras del Señor, contemplar el esplendor de su mirada cuando gobierna la amplitud del universo y las profundidades del espíritu humano.
El evangelio nos pone frente al desafío que como comunidad pecadora tenemos, el Papa Francisco nos explicaba que este pasaje de hoy habla de la corrección fraterna, y nos invita a reflexionar sobre la doble dimensión de la existencia cristiana: la comunitaria, que exige la protección de la comunión, es decir de la Iglesia, y la personal, que requiere la atención y el respeto de cada conciencia individual”. Para ra ello el Señor nos enseña importantes formas de proceder, que frecuentemente se ignoran: Comprensión y advertencia al amigo o al colega. Hacerle ver, en discreta intimidad («a solas tú con él»), con claridad («repréndele»), su equivocado proceder para que enderece el camino de su vida. Acudir a la colaboración de un amigo, si la primera gestión no ha dado resultado. Si ni aun con este obrar se logra su conversión y si su pecar escandaliza, no hay que dudar en ejercer la denuncia profética y pública. Esta manera de obrar deviene exigencia para el mismo que la practica, y frecuentemente es ingrata e incómoda. Por todo ello es más fácil escoger lo que llamamos equivocadamente “caridad cristiana”, que acostumbra a ser puro escapismo, comodidad, cobardía, falsa tolerancia. De hecho, «está reservada la misma pena para los que hacen el mal y para los que lo consienten», afirmaba San Bernardo.
Si somos nosotros los equivocados, aunque nos duele que nos corrijan y es de las cosas que peor se lleva habitualmente. Hay que ser muy humilde para no dejar de sonreír por dentro y por fuera cuando te hacen una corrección. Pero cuando nos corrigen es una gracia de Dios. Una cosa es criticar (que se suele hacer a la espalda, aunque también se puede hacer de frente), y otra corregir. Cuando te corrijan no te enfades. Piensa que esa persona ha estado pensando en ti y en tu salvación (o en que mejores como persona, o laboralmente o en lo que sea). Ha pensado en ti, si es cristiano lo ha llevado a la oración y ha pedido luces al Espíritu Santo para tener las palabras adecuadas y te lo dice porque te quiere y quiere tu salvación.
Por eso podríamos decir que Jesús quiere subrayar que cuando vemos a un hermano, es a él mismo a quien vemos. Y es que cuando dos o tres testigos se reúnen para amonestar a un hermano, éste queda en medio de ellos, así como Jesús está en medio de dos o tres reunidos en su nombre. Los hermanos son los pequeños de los que habla Jesús.
Como comunidad discipular, les invito a orar por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza, como nos los pidió este Pontífice:
Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- Libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2020/documents/papa-francesco_angelus_20200906.html
- https://es.catholic.net/op/articulos/80043/cat/744/jesus-dijo-donde-dos-o-tres-se-reunen-en-mi-nombre-ahi-estoy-y-si-oro-solo.html#modal
- https://evangeli.net/evangelio/dia/2025-08-13
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www-workingpreacher-org.translate.goog/commentaries/revised-common-lectionary/ordinary-30/commentary-on-deuteronomy-341-12-5?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2025/08/13/no-estamos-solos-2/
Palabra de Vida Mes Agosto: “Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.” (Lc 12, 34) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.