https://youtu.be/gNBNQnmWIds?si=-mC6yaua7_a820WN
- 1 Sam 8, 4-7. 10-22
- Sal 88
- Mc 2, 1-12
Hoy la liturgia nos muestra varias opciones para conseguir nuestros objetivos. Los humanos en general cuando nos empeñamos en algo; es difícil que nos saquen de esa idea, hacemos todo lo posible por conseguir nuestro objetivo. Esto tiene un lado positivo, pero también su lado negativo. Si el objetivo es bueno no nos echaremos atrás hasta que consigamos eso y nos sentiremos satisfechos al final del esfuerzo. Así nos lo muestra la actitud de los amigos del paralítico del Evangelio; pero si lo que queremos no es tan bueno y no somos capaces de escuchar lo que nos dicen a nuestro lado para que no sigamos adelante, al final habremos conseguido el objetivo, pero los resultados pueden llegar a ser nefastos; es la idea central del texto de Samuel. Una tercera opción es quedarnos parados y juzgar, como los escribas en el texto de San Marcos.
Llama sobre todo la atención en este pasaje las palabras del pueblo: “Queremos tener un rey y ser como las demás naciones”. Con ello están negando la elección de Dios sobre ellos. Hoy pasa algo semejante, cuando nosotros queremos ser cristianos, pero al mismo tiempo, vivir de acuerdo a como vive el mundo, vivir como aquellos que no conocen y no aman al Dios revelado por Cristo. Jesús, en su oración final al Padre, ya les hacía ver a sus discípulos que ellos no son del mundo, que vivían en él, pero que le pertenecen al Padre y que su ciudadanía es el Cielo.
Es, pues, necesario que nos hagamos conscientes de esta realidad y que no busquemos imitar a aquellos que no conocen o no aman a Dios, sino que busquemos con todo nuestro corazón tener a Dios como nuestro Rey y Señor. Dios, desde la encarnación de su Hijo, nos ha mostrado que no quiere vivir lejos de nosotros, sino en medio de nosotros, que quiere ser el Emmanuel.
En el evangelio, hemos podido apreciar como, lo primero que hace el Señor delante del paralítico que busca curación es perdonarle los pecados, más adelante ya vendrá la curación física. Lo primero es poner orden en la propia vida. Sin la alegría que trae la gracia no podemos sobrellevar la enfermedad, ni una tos recurrente, a veces ni siquiera la propia vida. Solos nunca podemos encontrar mejoría. Al enfermo de hoy le tuvieron que bajar del techo en parihuelas, a nosotros nos tienen que ayudar los sacramentos y los santos.
En el texto de San Marcos,vemos a los amigos del paralítico que no se desaniman por muchas dificultades que se presentan para ayudar a su amigo, salvan todos los obstáculos y después de conseguir su objetivo (llevar a su amigo ante Jesús) ya dejan el protagonismo a quien lo tiene de verdad.
También vemos en el paralítico, a aquel que sufre por su propio problema, el que parece ser protagonista de la historia, pero que en realidad es el medio que se utiliza para la enseñanza que se nos quiere transmitir, porque el verdadero protagonista es Jesús, que recibe con gusto la tarea de ayudar a alguien que necesita de su amor y que enseña que el perdón está por encima de cualquier sufrimiento, de cualquier dolor.
Queda un último punto de vista, el de quienes se quedan en la parte negativa y no descubren lo bueno de la historia, el paralítico ha sido sanado, pero sobre todo que lo que paraliza a las personas muchas veces son sus actos, no sus enfermedades y que los que critican la actuación de Jesús son los que de verdad están paralizados ante su vida.
En realidad «el problema más grande — afirma el Papa Francisco— no eran los que seguían a Jesús, sino los que se quedaban parados», los hombres «parados, que estaban en la orilla del camino, miraban, sentados». Marcos, en su Evangelio, escribe precisamente que «estaban sentados allí algunos escribas», los cuales «no seguían» a Jesús sino que «miraban desde el balcón; no iban caminando en la propia vida, “balconeaban” la vida; no arriesgaban nunca, solamente juzgaban; eran los puros y no se mezclaban». Y también sus «juicios eran fuertes». Marcos contaba que viendo la multitud en torno a Jesús «pensaban en su corazón: “¡Qué gente ignorante, qué gente supersticiosa!”». Pero «cuántas veces —reconoció el Papa— también a nosotros, cuando vemos la piedad de la gente sencilla, nos viene a la cabeza ese clericalismo que hace tanto mal a la Iglesia y juzgamos a la gente sencilla» pensando que sea «supersticiosa».
Cierto, afirmó el Pontífice «la gente es pecadora, como yo soy pecador, todos lo somos». Pero la gente «busca a Jesús, busca algo, busca la salvación». Sin embargo ese «grupo» de hombres «parados estaban allí, en el balcón, miraban y juzgaban». Y «hay otros “parados” en la vida: pensemos en ese que desde hace treinta y ocho años estaba cerca de la piscina, parado, amargado en la vida, sin esperanza —“nada que hacer, no va”— y dirigía la propia amargura» afirmó el Pontífice, refiriéndose a la sanación del paralítico a la piscina de Bethesda en Jerusalén, narrada por Juan en su Evangelio (5, 1-9). También ese hombre «es otro parado que no seguía a Jesús y no tenía esperanza».
Sin embargo «la gente que seguía a Jesús arriesgaba» explicó el Pontífice. Este «arriesgaba para encontrar a Jesús, para encontrar lo que quería». Basta pensar, prosiguió, en el episodio que Marcos cuenta en el Evangelio del día: «No pudiendo llevar al paralítico delante de Jesús, a causa de la multitud», las personas que lo acompañaban «descubrieron el techo en el punto donde él se encontraba y, hecha la apertura, bajaron la camilla». Haciendo esto, añadió Francisco, «estos hombres arriesgaron cuando hicieron el agujero en el techo: arriesgaron que el propietario de la casa les hiciera causa, les llevase al juez y les hiciera pagar: han arriesgado, pero querían ir donde Jesús».
Cada una de las opciones que hemos reflexionado, nos puede enseñar algo nuevo, nos puede ayudar a crecer, cada uno verá lo que necesita y cómo debe actuar en función de su forma de ver la vida, o nos puede llevar a complicarnos la vida y peor aún a mantenernos a la deriva por la falta de decisión.
Feliz el pueblo que alaba al Señor y a su Luz camina, nos dice el Salmista.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2017/documents/papa-francesco-cotidie_20170113_sentadas-almas.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=12-01-2024
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/01/12/el-pecado-todo-ese-desorden/
Palabra de Vida Mes de Enero 2024. Amarás al Señor, tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo.” (Lucas 10, 27) https://www.focolare.org/conosur/news/2023/12/31/palabra-de-vida-enero-2024/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.