- Ez 37, 21-28
- Sal tomado de Jer 31, 10. 11-12ab. 13 (R:cf 10d)
- Jn 11, 45-57
Hoy la liturgia nos propone varias opciones para aceptar su invitación a entrar con Cristo a la muerte, para resucitar con El que se complementan:
- La del Dios restaurador del pueblo, tras la vuelta del destierro, unificación de los reinos, el perdón de los pecados (Primera Lectura). ¿Qué nos dice a nosotros hoy esta Palabra? Dios habla a todas las naciones que también hoy viven el desgarro de la guerra; Dios te habla a ti, que tal vez sufres la división y la ausencia de paz en tu familia, quizás en tu trabajo sólo ves actitudes de interés y no de fraternidad…hoy esta Palabra llega a tu corazón y al mío para traspasar todas las barreras que le hemos puesto al Señor, Él viene a recordarnos una y otra vez que esa alianza eterna que una vez pactó con su pueblo, lo sigue haciendo hoy, porque tú y yo somos ese Israel sufriente, necesitados de la Misericordia, para experimentar de nuevo la alegría de la paz y el perdón.
- La de un único Pastor, alianza de paz y morada para siempre entre ellos. (Salmo) Afirma el Papa Francisco: “…cuando hay un buen pastor que hace avanzar, hay un rebaño que sigue adelante. El buen pastor escucha al rebaño, conduce al rebaño, cura al rebaño. Y la grey sabe distinguir entre los pastores, no se equivoca: el rebaño confía en el buen Pastor, confía en Jesús. Sólo el pastor que se parece a Jesús da confianza al rebaño, porque Él es la puerta. El estilo de Jesús debe ser el estilo del pastor, no hay otro.” Hoy es un día para alegrarnos, porque Dios cumple su promesa, y esa tristeza que inunda tu corazón, se convertirá en gozo, esa pena que hoy te resulta insoportable, será testimonio vivo de la obra de Dios en ti. Dice el salmista: “el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte”, es lo que también quiere hacer contigo, redimirte del pecado que te esclaviza, librarte de las manos del enemigo que tira de ti hacia el abismo del sin sentido de la vida, para hacerte una criatura nueva, amada incondicionalmente por Dios.
- La del Sanedrín: la muerte de Jesús, con lo cual se realiza lo primero. Los judíos habían visto que Jesús tenía poder para devolver la vida a quien había muerto, y esto superaba todo entendimiento por parte de los judíos, ven a Jesús como un enemigo, un rival que puede arrebatarles el poder, sublevar al pueblo y destruir la nación, es decir, no son capaces de captar y acoger la grandeza de Dios en la persona de Jesús, sus corazones están embotados por el miedo a perder las seguridades, por eso, planean la muerte de Jesús. Jesús da la vida, hace signos extraordinarios, viene a los suyos para traer la salvación, sin embargo, Él recibe sospechas, murmuraciones en su contra y la condena a muerte. De hecho, fue Caifás, el sumo sacerdote de ese año, quien anunció que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
A las puertas de la Semana Santa, seguimos a Jesús camino de la cruz con la certeza de que abrazarla, es algo irrenunciable en la vida cristiana, por eso, hoy te invito a poner tu vida al reflejo de la vida de Cristo, en este sábado antes del Domingo de Ramos, donde veremos que Jesús es aclamado por todos como el Hijo de David, en unos días veremos también que Jesús también será condenado a muerte. Si hoy estás sumido en el dolor, si no sabes cómo salir de la situación en que vives porque te encuentras solo, si no tienes el consuelo de los que te rodean…vive tu pasión junto a la Pasión de Cristo, deja que Él abrace contigo la cruz, déjate guiar en esta Semana Santa que comienza, no temas, Él murió por ti, porque te ama incluso en donde tú no puedes amarte, ahí, es donde Jesús quiere resucitar. Esa nación por la que Jesús iba a morir, somos todos nosotros, dispersos, divididos entre nosotros y en nosotros, somos ese pueblo tantas veces perdido, por el que Dios ha sentido predilección, y por el que ha mandado a su Hijo, el cual entregando la vida, nos dio la dignidad de ser hijos de Dios.
Oremos con el Papa por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza: Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html.
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2020/documents/papa-francesco-cotidie_20200503_mitezza-tenerezza-buon-pastore.html
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2025/04/12/para-que-seamos-uno/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes Abril: “Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta?” (Is 43, 19) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.