- 1 Tes 4, 13-18
- Sal 95
- Lc 4, 16-20
La liturgia nos habla de la esperanza y la Acción de Jesús y de su pueblo.
La primera lectura nos enseñanza que la fe en la resurrección de la carne y en la vida eterna, es para los cristianos una verdad central y así lo expresa este texto con lenguaje “apocalíptico” como: una orden divina, la voz del arcángel y el sonido de la trompeta… es decir, son palabras que revelan una potente y misteriosa intervención de Dios. Revelan que la resurrección de Cristo, y de los que son de Cristo es obra de Dios Padre.
Nuestra esperanza en la resurrección se funda en el hecho de que Jesús ya ha resucitado que como tenemos la certeza que Dios es fiel; la certeza de la resurrección es también absoluta. Por eso como Palabra del Señor os decimos esto… estaremos siempre con el Señor porque… si Cristo, la cabeza, ha resucitado, también resucitarán sus miembros.
Creer esta verdad fundamental de fe; es vivir en la esperanza alegre de la victoria de la vida sobre la muerte esperanza consoladora que nos ayuda a caminar, con una fe luminosa y gozosa que da sentido al vivir y morir cristiano.
Pero delante de esta actitud «Jesús callaba. Lo llevaron al borde de la mañana para tirarlo». Y, añadió, «este pasaje del Evangelio termina así: “Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó”. La dignidad de Jesús: con su silencio vence esa multitud salvaje y se va. Porque no había llegado todavía la hora… Esto nos enseña que cuando está esta forma de actuar, de no querer ver la verdad, queda el silencio», afirmó el Papa, explicando: «El silencio que vence, pero a través de la cruz. El silencio de Jesús…Con las personas —reiteró el Papa— que no tienen buena voluntad, con las personas que buscan solamente el escándalo, que buscan solamente la división, que buscan solamente la destrucción, también en las familias: silencio. Y oración». Y «será el Señor, después, quien gane, tanto, como en este caso, con la dignidad de Jesús que refuerza y vuelve libre de esa voluntad de tirarlo, como con la dignidad de la victoria de la resurrección, después de la cruz».
Por eso también nosotros, como nos lo pidió este Pontífice, sigamos orando por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza, para que el Señor no abra camino y pase de lejos:
Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2018/documents/papa-francesco-cotidie_20180903_verdad-silenciosa.html
- https://evangeli.net/evangelio/dia/2025-09-01
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes Setiembre: “Alégrense conmigo porque he encontrado la oveja que se me había perdido” (Lc 15, 6) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.