https://youtu.be/j4Wc3xihgz0?si=6fcapSwh-D6ypR6A
- 2 Tim 4, 9-17
- Sal 144
- Lc 10, 1-9
En la aclamación del evangelio tomada de Jn 15, 16, Jesús nos dice: “Yo los he elegido del mundo, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.” La liturgia de hoy que celebramos la Fiesta del evangelista san Lucas, a esto es precisamente a lo que nos invita, que todos nos demos la tarea de expandir la Obra de Dios por todas partes a través de las palabras, pero sobre todo de nuestro testimonio de vida.
San Lucas, fue discípulo de San Pablo, considerado tradicionalmente como autor del Evangelio según San Lucas y de los Hechos de los Apóstoles. Desde antiguo tuvo fama de artista y se le atribuyeron las primeras representaciones pictóricas de la Virgen María
Nació en Antioquía de Siria en el seno de una familia pagana a comienzos del siglo primero de nuestra era. En su juventud recibió una esmerada educación y más tarde se dedicó al ejercicio de la medicina. Después de su conversión al cristianismo, acompañó a San Pablo en sus dos últimos viajes, y le asistió durante su cautividad en Roma. Fue en esta época de su vida cuando conoció a otros apóstoles y discípulos que le hablaron de Jesús y de la extensión del cristianismo por Judea y Samaria. Gracias a esta información pudo componer una extensa obra en dos volúmenes, que conocemos actualmente como el Evangelio según San Lucas y el libro de los Hechos de los Apóstoles. A la muerte de San Pablo, San Lucas continuó su labor evangelizadora en Dalmacia, tierras yugoslavas, Galia, Italia y Macedonia. Después de llevar una vida célibe, murió, siendo ya anciano, en Beoda. Más tarde su cuerpo fue enterrado en Constantinopla, y posteriormente fue trasladado a Padua.
Solo Lucas está conmigo. Eso nos ha dicho san Pablo en la primera lectura de hoy. Jesús nunca nos quiere enviar solos, de hecho, en el evangelio de hoy escuchamos que Jesús envió por delante Él a sus setenta y dos discípulos “de dos en dos”.
No se trata solo de una cuestión logística o estratégica: para que se ayuden, para que se cuiden, para que se protejan. La cosa va más allá. Se trata de que el amor se vea. Ciertamente, puesto que el principal contenido de la buena nueva de Jesús consiste en la llegada del Reino de Dios, lo más importante es que este acontecimiento se pueda ver, oír y tocar en la vida concreta de los hombres. Porque el Reino de Dios es reino de justicia y paz, reino de caridad y verdad, es necesario que los hombres puedan reconocerlo en lo concreto de su día a día.
Por eso probablemente a San Pablo le bastara con la compañía de san Lucas, aunque él se lamentase de su circunstancia. Jesús envía los suyos con unas condiciones que podemos calificar de precarias: numéricamente siempre escasos, materialmente siempre pobres, defensivamente siempre desarmados, etc. Pareciera que se trata de mostrar siempre que la sabiduría y la fuerza del apóstol vienen solo y toda de Jesús, el que lo envía.
Lo único que necesita el apóstol para hacer presente a Jesús es tenerlo dentro, llevarlo en su corazón, en su mente y en sus labios. No tener nada más que mostrar a los demás. Y por encima de todo, el amor que es el signo más elocuente de su presencia. De tal manera que cuando los creyentes viven esta caridad, en cierta manera obligan a aquellos que los contemplan a preguntarse sorprendidos: ¿Quiénes son estos y por qué obran así? Ese es el mejor modo de evangelizar, suscitar esta cuestión. Pregunta que obviamente tiene como única respuesta “somos de Jesus y Jesús es nuestro todo”.
La advertencia de Jesús sobre la magnitud de la tarea, “la mies es mucha”, y la escasez de los medios, “y los obreros son pocos”, desemboca en la exhortación a la oración: “pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. Está invitación que hace Jesus no puede caer en saco roto. No podemos ser sordos a su llamada que nos pide que recemos a nuestro Padre del cielo para que él provea los ministros necesarios a su Iglesia para que pueda llevar a cabo su misión en el mundo. Pero no vale pensar solo en los demás cuando pedimos. También nosotros podemos ser esos escogidos para la misión. En este mes de octubre, mes misionero por excelencia, debemos ofrecernos al Señor para que Él nos envíe si es que quiere contar con nosotros. Afirma el Papa Francisco: “Todos deben ser misioneros, todos pueden escuchar la llamada de Jesús y seguir adelante y anunciar el Reino.”
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, están siempre con ustedes.” Ef 13, 13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=18-10-2023
- https://es.catholic.net/op/articulos/9123/misin-de-los-setenta-y-dos.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/10/18/con-lucas-hasta-el-fin-del-mundo/
Palabra de Vida Mes de Octubre 2023
“Pues lo del César devuélvanse lo al César y lo de Dios a Dios.” Mt22, 21 https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida. Octubre 2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.