Martes Santo, día para confiar en la Misericordia de Dios.
Repitamos durante el día: Yo espero, yo creo, yo amo, yo adoro.
Martes Santo, día para confiar en la Misericordia de Dios.
Repitamos durante el día: Yo espero, yo creo, yo amo, yo adoro.
Tu, Señor, te compadeces de todos y no aborreces nada de lo que haz creado, aparentas no ver los pecados de los hombres, para darles ocasión de arrepentirse, porque Tu eres el Señor, nuestro Dios. Sab 11. 23.24.26
“Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.” Juan, 14, 23
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor.
Enséñanos a calcular nuestros años, para qaue adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. Sal 89
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de Tu Hijo. Heb 16, 14
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque El es nuestro Dios. Sal 94.
Oremos al Señor para permanecer como Santa Águeda, firmes en la fe hasta el final de nuestros días.