Quisiera comenzar mencionando a Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense, quien afirma que: -“El hecho de que sea tan común que los problemas nos aplasten, no significa que sea aceptable o que la vida tenga que ser de esta manera. Si utilizas un estilo de explicación diferente, estarás mejor equipado para aguantar los momentos problemáticos y evitar que éstos te empujen hacia el vacío.”
Algunos se impacientan en el proceso, porque aspiran resultados en el corto plazo del ejercicio de su fe e ignoran los tiempos de Dios. Abraham tuvo que mantenerse 25 años en un ejercicio de fe para recibir el hijo de la promesa, aun en contra de la evidencia de su
propio cuerpo desgastado y de la esterilidad y ancianidad de su esposa. José tuvo que esperar muchos años como esclavo para ver cumplidos los sueños revelados por Dios, 13 de los cuales los pasó en prisión por acusaciones injustas.
Vamos a reflexionar sobre algunas actitudes exitenciales que el Dr. Randall Urbina, Psicólogo Clínico, nos ofrece, en un taller que realicé hace algún tiempo, y que unidas a la fe, nos ayudarán a vivir una vida más plena:
I.-Flexibilidad. Unos de los principios que nos ayudarán nos dice:: EL SUFRIMIENTO ES PROPORCIONAL A LA RIGIDEZ . NO PODEMOS CONTINUAR PENSANDO Y ACTUANDO EN TÉRMINOS DE TODO Y NADA.
La rigidez es una defensa y no hay término medio pues da seguridad Pero nada es absoluto, todo cambia La mente flexible puede avanzar, modificarse, reinventarse, crecer, actualizarse, revisarse, dudar y escudriñar sin sufrir No se aferra al pasado ni lo niega, lo asume sin perder la capacidad crítica mantiene opiniones y creencias, pero está dispuesta al cambio en contacto con la realidad utiliza el pensamiento crítico como guía de sus decisiones Se opone al dogmatismo pues puede dudar de lo que cree.
Ser flexible es una virtud compuesta de tres principios:
– la excepción a la regla. Tiene en cuenta la norma, pero también aquellos factores complementarios que la apaciguan u obligan a posponerla. La norma social no es intocable.
– el camino del medio. Lo que intenta es establecer una carretera por dónde transitar con moderación
-. el pluralismo. Es respetuosa y sensible a otros puntos de vista sin verse necesariamente en la obligación de aceptarlo.
Aproximación a la sabiduría.
La flexibilidad mental es mucho más que una habilidad o una competencia: es una virtud que define un estilo de vida y permite a las personas adaptarse mejor a las presiones del medio. Una mente abierta tiene más probabilidades de generar cambios
constructivos que redunden en una mejor calidad de vida y en la capacidad de afrontar situaciones difíciles.
Como cristianos nos hemos acostumbrado a hacer muchas cosas por simple costumbre y no porque haya una buena razón para practicarla. Es así como nos convertimos en cristianos de mente cerrada que no acepta lo nuevo y bueno que Jesús quiere darnos.
Jesús explicó que es ilógico echar vino nuevo en recipientes viejos, porque cuando el vino nuevo fermenta, hace que se reviente el cuero viejo; así se pierde el vino nuevo, y se destruyen los recipientes. Por eso, hay que echar vino nuevo en recipientes de cuero nuevo. De ese modo, ni el vino ni los recipientes se pierden. Y de la misma manera, como cristianos debemos cambiar nuestra mentalidad para recibir ese vino nuevo.
En la vida cristiana necesitamos cambiar de manera de ser y de pensar. Así podremos saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto (Romanos 12:2). Eso es lo que significa tener fe de mente abierta, y es la que necesitamos.
El Señor nos pide una mente abierta y un corazón sencillo, cuando lo logramos se alcanza la capacidad de asombrarse, así nos lo ha señalado el Santo Padre para vivir con propósito.
En su mensaje, el Santo Padre se refirió al Evangelio de Mateo: 4, 7-17, donde se narra la primera predicación de Jesús en su tierra, Nazaret, donde el Señor proclama «ningún profeta es bienvenido en su tierra» (v. 24). Al respecto, nos señala, “estas palabras revelan que el fracaso de Jesús no fue del todo inesperado. Conocía a los suyos, conocía los corazones de los suyos, sabía el riesgo que corría, tomó en cuenta la negativa”.
Sobre esto último, Su Santidad planteaba, “entonces podemos preguntarnos: pero si así fuera, si prevé el fracaso, ¿por qué se va a su país de todos modos? Esta es una pregunta que nos hacemos a menudo. Pero es una pregunta que nos ayuda a comprender mejor a Dios.
Él, frente a nuestras clausuras, no se detiene: no detiene su amor …”
Profundizando, añadía el Santo Padre, “en lo que sucede en Nazaret, sin embargo, encontramos algo más: la hostilidad hacia Jesús por parte de «los suyos» nos provoca: ellos no fueron acogedores, ¿y nosotros?” Avanzando, subrayaba entonces, “el modo de acoger a Dios es estar siempre disponibles, acogerlo y ser humildes. Por aquí pasa la fe: disponibilidad y humildad”.
En otro párrafo, el Papa nos decía, además, “hermanos y hermanas, Jesús también sigue el camino de los profetas: se presenta como no lo esperábamos. El que busca milagros no lo encuentra -si buscamos milagros no encontraremos a Jesús- el que busca nuevas sensaciones, experiencias íntimas, cosas extrañas; los que buscan una fe hecha de poder y signos externos. No, no lo encontrará”.
Ahondando, señalaba, “(…) Jesús os pide que lo acojáis en la realidad cotidiana que vivís; en la Iglesia hoy, tal como es; en quien tienes cerca cada día; en la concreción de los necesitados, en los problemas de vuestra familia, en los padres, en los hijos, en los abuelos, acoged allí a Dios. Ahí está Él, que nos invita a purificarnos en el río de la disponibilidad y en muchos baños saludables de humildad”.
Seguidamente, el Santo Padre nos preguntaba, “y nosotros, ¿somos acogedores o nos parecemos a sus conciudadanos, que creían saberlo todo sobre él?” Concluyendo, nos decía, “el Señor pide una mente abierta y un corazón sencillo. Y cuando una persona tiene una mente abierta, un corazón sencillo, tiene la capacidad de sorprenderse, de asombrarse. El Señor siempre nos sorprende”.
II. -SOLTAR
EL SUFRIMIENTO ES PROPORCIONAL AL CONTROL
Soltar es un convencimiento profundo de que no tenemos por qué hacerlo todo nosotros mismos, y es permitir que otras personas tengan también su parte en los acontecimientos Significa que ciertas cosas no son asunto nuestro. Soltar o desprenderse significa «asumir la responsabilidad únicamente de la parte que nos corresponde en el
orden de cosas y en nuestras relaciones No renunciamos a nuestra responsabilidad, sino que reconocemos que no podemos controlar el resultado de todas las situaciones.
Modestia adaptativa” es comprender hasta dónde deben llegar y se justifican tus esfuerzos. Esperamos que no ocurra nada malo y confiamos en que, si ocurre, podremos manejarlo.
Es dejar el Control . Apriete los dientes y delegue, otros también pueden.
No avasalle y colóquese donde corresponde y guarde silencio Haga una cosa a la vez.
Aprender a dejarse dirigir y no mandar siempre.
Considere si lo que quiere controlar representa algo no resuelto en usted Confórmese o retírese.
Reconozca su EGO de fondo.. No todo lo que sabe debe decirlo o mostrarlo
Detecte si con su control trata de obtener aprobación Actualice sus herramientas de control, ya no son necesarias.
Lo único que controlamos es nuestra repuesta CONTROL ante las desilusiones y obstáculos inesperados.
Puede que tengas que enfrentarte con situaciones que te desagradan o te provocan rechazo, y que no está en tus manos solucionarlas. Se llaman: un imposible. Y los imposibles: dejarlos LOS IMPOSIBLES DEJARLOS (Del Sufrimiento a la Paz, Ignacio
Larrañaga, págs. 49 a 57)
A veces la vida y la paz está relacionada con soltar Seguimos anclados a lo que ya no sirve, a lo que ya no está, temblando del temor a soltarlo. Si tengo miedo de las cosas que vienen, y me agarro de las cosas que hay, entonces no podré conocer, ni disfrutar, ni vivir lo que sigue. Madurar es aprender a soltar
Reconocer lo que no está en mis manos y dejarlo. Una aprendiz de piloto, narró en un artículo su tercer y casi último vuelo sola. Había estado practicando una maniobra a 5000 pies de altura cuando perdió el control de su avioneta y empezó a dar vueltas precipitándose hacia la tierra. Después de algunos segundos de pánico recordó las
palabras de su instructor: “Si algún día empiezas a dar vueltas con tu avioneta, suelta los controles. Recuerda está hecho para volar sola”.
Ella se gritó a si misma varias veces: “¡Suéltala!”. Finalmente y contra sus propios instintos quitó las manos de los controles y se tapó por un momento la cara. Luego de desviarse y seguir cayendo, la avioneta empezó a nivelarse volviendo poco a poco a la normalidad. A causa de este incidente la aeronave había descendido más de un kilómetro, pero sobrevivió ya que tuvo fe al soltar los controles.
Esta historia ilustra de una manera muy realista y vivencial lo que significa confiar en Dios en tiempos de crisis. Por supuesto, es difícil de lograr cuando parece que nuestra vida está dando vueltas sin control. La cabeza nos dice que nos rindamos al pánico, que
dudemos de las instrucciones, que ignoremos lo aprendido y que desobedezcamos lo que sabemos que está de acuerdo con Su Palabra; en resumen que tratemos de hacer las cosas sin Él.
El Salmo 31, nos ilustra al respecto: “A ti, Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado: ¡tú que eres justo, ponme a salvo! –
Inclina tu oído hacia mí, date prisa en librarme. Sé para mí una roca de refugio, el recinto amurallado que me salve.
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza; por tu nombre me guías y diriges.Sácame de la red que me han tendido, porque eres tú mi refugio.
En tus manos encomiendo mi espíritu, y tú, Señor, Dios fiel, me librarás.
Aborreces a los que adoran ídolos vanos, pero yo confío en el Señor.
Gozaré y me alegraré de tu bondad porque has mirado mi aflicción y comprendido la angustia de mi alma; no me dejaste en manos del enemigo, me has hecho caminar a campo abierto.”
. , David clamó al Señor en sus momentos de angustia. Era consciente de que su única esperanza radicaba en poner su situación en manos de Dios y confiar en Él.
1. Así que si tu vida está dando vueltas recuerda, ¡suelta el control y deja que Dios lo tome!.
2. La mejor manera de manejar un problema es, descansar en Dios y ser lo suficientemente humilde para aceptar Su dirección.
“Porque tú eres mi roca y mi fortaleza, por amor de tu nombre me guiarás y me encaminarás.”
Nota: Al finalizar este tema les adjuntaré la documentación que recopile para el desarrollo de este ciclo de reflexiones.
Canción: https://youtu.be/ipIEYZB9tuk?si=71SD-gl6azensLBf
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.