- Núm 24, 2-7.15-17a
- Sal 24
- Mt 21, 23-27
Nuestro mundo, lleno de actividades e inmerso en el comercialismo, muchas veces no nos permite darnos cuenta que nosotros, los cristianos, estamos viviendo ya los tiempos profetizados desde antiguo, que nuestra vida está ya marcada por la presencia del Mesías, del Salvador.
Esto hace que nuestras fiestas de Navidad tengan únicamente una nota comercial. Es, pues, necesario detenernos en nuestra carrera diaria y darnos cuenta que lo que vamos a celebrar en los próximos días es el acontecimiento que cambió la historia, que la dividió y que la hizo ser “Historia de Salvación”.
Es necesario que en profunda reflexión pidamos a Dios que nos ayude con su gracia para entender que la Navidad representa para nosotros el inicio de la vida en el Espíritu, que podamos descubrir en este acontecimiento el cumplimiento de las profecías y la irrupción del amor de Dios entre nosotros por medio del Emmanuel. Dios se ha hecho no únicamente cercano, sino presente en ti, en mí; abre tus ojos como el profeta y lo descubrirás en tu corazón.
¿Con qué autoridad haces estas cosas?, le preguntan los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo a Jesús. Y es que la autoridad que los dirigentes del pueblo hebreo ejercen, es para dominar y controlar. Jesús nos muestra que no es la sabiduría de los hombres la que vence, sino el auxilio del Espíritu Santo.
En cambio, nos comenta el Papa Francisco : “…la gente de la que habla el Evangelio «tenía muchas tinieblas en el corazón». Cierto, «era observante de la ley: el sábado no caminaban más de cien metros y nunca se sentaban en la mesa sin lavarse las manos»; era «gente muy observante, muy segura en sus costumbres». Pero, añadió el Pontífice, «es verdad que sólo en las apariencias. Eran fuertes, pero hacia fuera. Estaban acartonados. El corazón era muy débil, no sabían en qué creían. Y por ello su vida estaba, la parte exterior, toda regulada; pero el corazón iba de una parte a la otra».
Al contrario, Jesús «nos enseña que el cristiano debe tener el corazón fuerte, firme, que crece sobre la roca, que es Cristo, y luego ir por el mundo con prudencia». En efecto, continuó, «no se negocia el corazón, no se negocia la roca. La roca es Cristo, no se negocia. Este es el drama de la hipocresía de esta gente. Y Jesús no negociaba nunca su corazón de Hijo del Padre, sino que estaba abierto a la gente, buscando caminos para ayudar». Los demás, en cambio, afirmaban: «Esto no se puede hacer; nuestra disciplina, nuestra doctrina dice que no se puede hacer». En definitiva, «eran rígidos en sus disciplinas» y sostenían: La disciplina no se toca, es sagrada”; por eso con el Salmista, le pedimos, …”instrúyeme en tus sendas.”
Propòsito para este día: Oremos por los encarcelados.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Calendario de Adviento 2024.
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2014/documents/papa-francesco_20141215_corazones-tenebrosos.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=16-12-2024
Palabra de Vida Mes Diciembre: “ No hay nada imposible para Dios” (Lucas 1, 37) https://ciudadnueva.com.ar/diciembre-2024/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.