- Gal 4, 22-24.26-27. 31-5, 1
- Sal 112
- Lc 11, 29-32
¿Quién hay como el Señor?, nos invita a meditar la liturgia de este día; nos lo dice el Salmista y hemos de profundizar en la importancia de seguir acogiendo la Palabra de Dios como en el alimento diario que Jesús nos ofrece para que experimentamos su compañía y su amor.
San Pablo, nos instruye sobre la libertad que Cristo ha ganado para nosotros. Hemos sido liberados por Cristo de manera que los preceptos de la ley se han cambiado por la libertad que da el amor y el Espíritu. No es que se hayan quitado las prescripciones de la ley sino que ahora en lugar de obligarnos, el amor nos impulsa.
Esta es la acción liberadora de Cristo. Su Espíritu, que mora en nosotros por la fe, nos hace amar todo en lo que el Señor nos ha instruido. No seas esclavo de la ley, pídele al Espíritu que te enseñe y que te mueva a amarla. Esta es la novedad del Nuevo Testamento.
Lamentablemente aun hay algunos de nosotros que, como nos narra el texto del evangelio, en nuestras vidas nos gustaría, reconocer más signos de Dios en medio de lo que vivimos. Confirmaciones que nos aseguren que vamos por el buen camino. Pero Jesús nos descubre que detrás de esa petición lo que se oculta es una actitud “perversa”, así define a la generación con la que le tocó vivir. Detrás de buscar señales y milagros lo que hay es un afán por controlar a Dios y dejar de vivir en la confianza total en Él. Nos falta limpieza de corazón reconocer que Dios acompaña toda la realidad que nos configura. “Los limpios de corazón verán a Dios”, dice Jesús en la Bienaventuranzas. Si no lo vemos, no es problema de Dios. El problema lo tenemos nosotros que no tenemos una mirada limpia sobre la realidad.
La historia de Jonás y Nínive, nos explica el Papa Francisco, se articula en tres capítulos: el primero es la resistencia a la misión que el Señor le confía; el segundo es la obediencia, y cuando se obedece se hacen milagros. La obediencia a la voluntad de Dios y Nínive se convierte. En el tercer capítulo, hay una resistencia a la misericordia de Dios… Y este drama también Jesús lo ha vivido con los doctores de la Ley, que no entendía por qué Él no dejó que lapidaran a aquella mujer adúltera, cuando Él iba a cenar con los publicanos y pecadores: no lo entendían. No entendían la misericordia. Hay que esperar en el Señor, porque en el Señor hay misericordia, y en Él hay abundante redención.“
Entonces, ante la pregunta inicial, hemos de concluir que Dios saca fecundidad de nuestra esterilidad. Ese es el Reino. Los valores humanos se truecan, y los cálculos intelectuales quedan trastornados. Se destruye la sabiduría de los sabios y se inutiliza la inteligencia de los inteligentes.
La Gloria de Dios brilla en la pequeñez del hombre. Mientras yo esté llena de mi propia importancia, no haré más que poner obstáculos a tu poder. El día que yo no sea nada, tu lo harás todo.
Que yo me gloríe en mi debilidad, para que la plenitud de tu poder se ejerza en mí.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés
- https://es.catholic.net/op/articulos/13060/cat/565/-no-se-le-dara-otra-senal-que-la-de-jonas.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/10/14/el-acceso-a-lo-divino/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=14-10-2024
Palabra de Vida Mes Octubre “El que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos” (Marcos 10, 43-44) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.