- 1 Cor 7, 25-31
- Sal 44
- Lc 6, 20-26
Hoy la liturgia nos anima a vivir nuestro camino a espiritual hacia la Casa del Padre con la certeza de que no estaremos aquí eternamente. Por eso, San Pablo, al hilo de cuestiones matrimoniales y celibatarias, concluye que un camino y otro -matrimonio y celibato- se han de recorrer con horizontes de eternidad. El hombre que recibe la gracia es un hombre eterno, aunque aún en la tierra.
Todo pasa en este mundo… menos tú, que eres eterno. Cimienta tu vida en esa eternidad que se te descubre. La Vida -siempre es Cristo- es tu horizonte vital.
Cuando el hombre se hace consciente de su transitoriedad, de que nada es para siempre, que todo es pasajero, que lo único que permanece es Dios, la vida se ve desde otra perspectiva. Por ello san Pablo invita a sus oyentes a ponderar por sobre todas las cosas el Reino, como ya lo había dicho Jesús: “Busca primero el reino y todo lo demás se te dará por añadidura”.
Finaliza este fragmento con un versículo que dice: “ la representación de este mundo se termina”. Vemos claramente la posición de Pablo, que vive ya en la eternidad, porque para él, el mundo actual no es más que la preparación de nuestra vida definitiva.
Ya nos dice el salmista que escuchemos, que inclinemos el oído, el momento apremia; y como defendiendo la vida futura, nos invita a olvidar nuestro pueblo y la casa paterna, porque el rey está prendado de “nuestra belleza”… significando la invitación que hace explícita la elección de “una vida por Dios”.
Nos explica el Papa Francisco: “La página del Evangelio de hoy nos invita, pues, a reflexionar sobre el profundo significado de tener fe, que consiste en fiarnos totalmente del Señor. Se trata de derribar los ídolos mundanos para abrir el corazón al Dios vivo y verdadero; solo él puede dar a nuestra existencia esa plenitud tan deseada y sin embargo tan difícil de alcanzar… Jesús abre nuestros ojos a la realidad. Estamos llamados a la felicidad, a ser bienaventurados, y lo somos desde el momento en que nos ponemos de la parte de Dios, de su Reino, de la parte de lo que no es efímero, sino que perdura para la vida eterna. Nos alegramos si nos reconocemos necesitados ante Dios, y esto es muy importante: “Señor, te necesito”…
Las Bienaventuranzas de Jesús son un mensaje decisivo, que nos empuja a no depositar nuestra confianza en las cosas materiales y pasajeras, a no buscar la felicidad siguiendo a los vendedores de humo —que tantas veces son vendedores de muerte—, a los profesionales de la ilusión. No hay que seguirlos, porque son incapaces de darnos esperanza. El Señor nos ayuda a abrir los ojos, a adquirir una visión más penetrante de la realidad, a curarnos de la miopía crónica que el espíritu mundano nos contagia. Con su palabra paradójica nos sacude y nos hace reconocer lo que realmente nos enriquece, nos satisface, nos da alegría y dignidad. En resumen, lo que realmente da sentido y plenitud a nuestras vidas.“
Si Dios nos ha redimido y nos ha hecho hijos suyos, si el tiempo apremia y la presentación de este mundo pasa, entonces: ¿cómo vivir, sabiamente, está vida? ¿Qué cosas ocupan en mi vida el lugar de Dios? ¿Cómo podría vivir una pobreza más evangélica?
Señor purifica mi mirada interior para que siga el impulso del Espíritu Santo.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2019/documents/papa-francesco_angelus_20190217.html
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/09/11/miercoles-de-la-xxiii-semana-del-t-ordinario/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=11-09-2024
Palabra de Vida Mes de Setiembre. “Pongan en práctica la Palabra y no se contenten sólo con oírla, de manera que se engañen a ustedes mismos” (Santiago 1,22) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.