- Ez 18, 1-10. 13b. 30-32
- Sal 50
- Mt 19, 13-15
Hoy la liturgia nos invita a arrepentirnos y ser como niños; esto lo lograremos, pidiendo a Dios un corazón puro y un espíritu nuevo.
Los exégetas, los estudiosos de la Biblia, conocen este capítulo de Ezequiel como el de la “responsabilidad personal”. Hay que situarse en la época en que el pueblo judío está viviendo en el exilio. Una opinión bastante extendida es que esa situación era un castigo divino ante el gran pecado del pueblo de irse detrás de otros dioses, dando la espalda a Yahvé, su Dios. “Los padres comieron agrazones y los hijos tuvieron dentera”. Una actitud muy acomodadiza, en lugar de afrontar la responsabilidad de los propios actos, una actitud muy común también en algunos ámbitos de la sociedad.
Sin embargo, el Señor pone en boca del profeta de una manera clara el principio de la responsabilidad personal: “Yo os juzgaré, pues, a cada uno según su proceder, casa de Israel”.
Y añade la postura de Dios que busca siempre la conversión. “Arrepiéntanse de todos sus pecado… de todas las infidelidades que han cometido, estrenen un corazón nuevo y un espíritu nuevo… Yo no me complazco en la muerte de nadie”.
El Salmo, nos invita a reconocer el pecado. A pedirle al Señor que nos limpie, que nos sintamos perdonados. Que las caídas que hayamos tenido, sean ocasión para que nos levantemos con más fuerza; que el alejamiento provocado por el mismo, nos lleve a acercarnos más a ti. Y como nos insta el Señor en el Evangelio, ser como niños, sobre todo en la sencillez de su corazón para alcanzar el Reino de los Cielos.
El niño, ejemplo de la simplicidad de la vida y de la fe, es nuestro modelo para seguir a Jesús. Llegar a ser como ellos es nuestra meta, cosa por demás difícil, si no nos ayuda la gracia del Señor, pues nuestra tendencia natural, quizás por el pecado original, es hacia la grandeza, a buscar los primeros lugares, a “complicarnos” la vida. El niño es simple, es transparente, por ello, pude gozarse en las cosas sencillas del Reino, puede apreciar la gracia que hay en Jesús y Jesús se puede regocijar en ellos, pues siempre encuentra lugar en ellos para una sonrisa, para un beso, para un momento de alegría.
El Papa Benedicto XVI, dijo: “Para encontrar a Dios es necesario ser capaces de ver con el corazón. Debemos aprender a ver con un corazón de niño, con un corazón joven, al que los prejuicios no obstaculizan y los intereses no deslumbran. Así, en los niños que con ese corazón libre y abierto lo reconocen a él la Iglesia ha visto la imagen de los creyentes de todos los tiempos, su propia imagen.”
En medio de este mundo que nos impulsa continuamente a vivir una vida complicada en todas las áreas de nuestra vida, es importante no quitar la vista de lo que realmente es importante para Jesús y luchar con todas nuestras fuerzas para evitar caer en las complicaciones, para hacer nuestra vida y nuestros pensamientos complejos y por lo tanto, pesados y abrumadores.
”Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos.” Sal 50.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Biblia Latinoamericana
- Libro Busco Tu Rostros, autor Carlos G. Vallés
- https://www.catequesisenfamilia.es/catequesis-familiar/la-biblia/4125-evangelio-del-dia-jesus-bendice-a-los-ninos-2.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=17-08-2024
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/17-8-2024/#:~:text=Pues%20bien%2C%20os%20juzgaré%2C%20a,vuestro%20corazón%20y%20vuestro%20espíritu.
Palabra de Vida Mes de Agosto. “Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!” (Mt 17, 4). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.