- Is 7, 1-9
- Sal 47
- M 11, 20-24
Hoy la liturgia nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como creyentes de portar con nuestro testimonio la esperanza y la convicción de como ser un cristiano.
El Señor en el evangelio nos cuestiona al respecto: …” si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.
Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti”; texto en el que nos señala con dureza, al igual que a las ciudades que realmente han conocido su poder, su persona, su divinidad. Son palabras que pueden llegar hasta doler, incluso llegando a decir que Sodoma, paradigma del pecado, será tratada con mayor misericordia que ellas.
Pero seamos sinceros, los cristianos que tenemos la suerte, mejor dicho, la enorme suerte, de haber conocido de verdad, desde nuestras entrañas y la profundidad de nuestro ser, la presencia viva de nuestro Dios, revelada en Jesucristo, tenemos la responsabilidad vivir de una manera: de cara a la realidad de que Dios es Dios siempre. Del universo, de vivos y de muertos, de luz y de oscuridad. Es Dios en todo momento y en todo lugar. Vivir de espaldas a esto en cualquier situación nos convierte en unos hipócritas…
Con cuanta más razón nos recuerda Jesús, que no tenemos que andar juzgando a aquellos que no viven según su ley, porque perdemos el tiempo en criticar a otros en vez de vivir con ellos el mandamiento del amor. Estamos llamados a evangelizar con nuestros actos, con nuestra misericordia, y con nuestra paciencia, “…Mantente atento pero tranquilo”, nos indica en la primera lectura. Esta paciencia que debemos de tener con aquellos que no viven tal y como nosotros pensamos que deberían de vivir es un porcentaje íntimo de la paciencia que tiene el Señor con cada uno de nosotros.
“Conserva la calma, no temas y que tu corazón no desfallezca.» Hoy la Iglesia celebra a María bajo su advocación del Carmen. La presencia de la Virgen está íntimamente vinculada a la acción de Dios en medio de los momentos difíciles de la vida. Podríamos establecer un paralelismo entre las palabras del profeta Isaias y esta celebración muy conocida por el Escapulario que es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la orden carmelita, en la esperanza de su protección maternal. El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón, por todos tan conocido.
El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Vaticano II, «un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia» (SC, 60).
A finales del siglo XII y principios del XIII nacía en el monte Carmelo, de Palestina, la orden de los carmelitas. Pronto se vieron obligados a emigrar a Occidente. Aquí, en Europa, tampoco fueron muy bien recibidos por todos. Por ello el superior general de la orden, San Simón Stock, suplicaba con insistencia la ayuda de la Santísima Virgen con esta oración que él mismo había compuesto:
«Flor del Carmelo, viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda y singular. ¡Oh madre tierna.!, intacta de hombre, a los carmelitas proteja tu nombre (da privilegios), Estrella del mar».
En 1251 se realizó el prodigio. Un santoral del siglo XIV así lo cuenta: «Se le apareció la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, llevando en sus benditas manos el escapulario de la orden y diciendo estas palabras: Éste será el privilegio para ti y todos los carmelitas: quien muriere con él no padecerá el fuego del infierno, es decir el que con él muriese se salvará”
Que la Madre de Dios, a quien recordamos hoy bajo el título de Bienaventurada Virgen del Monte Carmelo, insuperable en la acogida de la Palabra de Dios y en su puesta en práctica nos ayude a purificar el corazón y a custodiar en él la presencia del SeñoR, nos invita el Papa Francisco.
Con Dios, desde la experiencia de María, afrontamos las tormentas del mar de la vida y es la estrella que alumbra nuestro encuentro con el Dios de la vida.
”Dios es nuestro defensor”, proclamamos hoy en el Salmo que nos recuerda que podemos confiar en El, Isaías nos ayuda a entender que todo en nuestra vida y en el mundo, está bajo el control de Dios. Entonces con El y por El debemos llevar el testimonio de nuestra vida para que aquellos que aun se sienten solos, indefensos, o alejados, se motiven a convertirse. Esa es nuestra responsabilidad, con la que estamos llamados a vivir: que conocemos de verdad Dios y ojalá nunca nos conformemos con nada menos que vivirle en todo y en todos.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=17-07-2024
- https://www.aciprensa.com/noticias/65673/el-papa-francisco-a-la-virgen-del-carmen-en-su-dia-ayudanos-a-purificar-el-corazon
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/nuestra-senora-del-carmen/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/07/16/gran-responsabilidad/
Palabra de Vida Mes de julio “ El Señor es mi pastor, nada me puede faltar” (Salmo 23, 1) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.