- 1 Re 17, 1-6
- Sal 120
- Mt 5, 1-12
Hoy la liturgia nos anima a continuar nuestro camino espiritual, con esperanza, aun cuando tengamos que enfrentar dificultades, pues el premio prometido será grande en los cielos.
En la primera lectura nos encontramos con un pasaje del libro de los Reyes Para buscar la conversión del pueblo, Elías invoca al Señor para que no llueva y ver si con el hambre se dan cuenta de su error y se conviertan de nuevo al Señor.
Para protegerlo de tan terrible amenaza, Dios lo lleva a un lugar apartado y esto hace que el profeta tenga que confiar plenamente en el Señor, pues serán los cuervos quienes lo alimentarán durante todo el tiempo de la prueba donde Elías es socorrido por el Señor en medio de la sequía y la hambruna. Elías escucha la Palabra del Señor, que le dirige a él, y cumple lo que dice. Al cumplir lo que dice la Palabra del Señor, Elías tiene agua y comida para vivir.
El evangelio gravita sobre la misma idea: escuchar y cumplir la Palabra del Señor es fuente de vida. En el libro de los Reyes nos encontramos el auxilio del Señor sobre la vida física de Elías. En el evangelio nos encontramos con el auxilio del Señor en la vida espiritual, en lo profundo. Quien escucha y sirve la Palabra del Señor recibirá la Vida.
El Señor es fiel y el Salmo nos lo dice: “Siempre me duidará el Señor… no dejará que des un paso en falso…te protege de día y de sombra… te guardará en los peligros, cuidará tu vida, protegerá tu aires y venirse, ahora y para siempre.”
Las Bienaventuranzas enseñadas por Jesús, nos revelan “el camino a la felicidad”, es decir, “Su camino”, afirma el Papa Francisco. Esto porque las Bienaventuranzas “iluminan las acciones de la vida cristiana y revelan que la presencia de Dios en nosotros nos hace verdaderamente felices”.
La felicidad que encontramos en el mundo es pasajera, la que nos ofrece Jesús y su Evangelio es total, duradera y definitiva. Si verdaderamente quieres ser un “macario”, esfuérzate todos los días por vivir de acuerdo al Evangelio. La palabra en griego “macario” significa una alegría profunda e interior que está relacionada con la paz y el gozo. Con esta interpretación resulta paradójico, de acuerdo a los criterios humanos decir: “felices los que lloran, felices los pobres, felices los mansos, felices los perseguidos por ser cristianos”, sin embargo, esta es una realidad auténtica, pues la verdadera felicidad, el gozo, la alegría, no están donde el mundo nos las propone, sino en donde Jesús nos lo dice: “Sólo en él”, llevando una vida auténticamente cristiana.
¿Serían, entonces, las bienventuranzas caminos de transformación para toda la Iglesia en la situación de hoy? Creo que si. El Evangelio siempre “nos pone en jaque” a toda la Iglesia para llegar a la Vida.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/7-6-2010/
- https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-01/papa-catequesis-vivir-bienaventuranzas-otorgara-profunda-alegria.html#:~:text=Las%20bienaventuranzas%2C%20asegur%C3%B3%20el%20Papa,vers%C3%ADculos%20del%201%20al%2011.
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/10-06-2024
Palabra de Vida Mes de junio “El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o que se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo” (Marcos 4, 26 – 27)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.