- 2 Tim 4, 1-8
- Sal 70
- Lc 2, 41-51
Al día siguiente de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia celebra la Fiesta del Inmaculado Corazón de María con la finalidad de manifestar que estos dos corazones son inseparables y que María siempre lleva a Jesús.
El evangelista al narrar la escena de Jesús perdido y hallado en el templo nos dice que Jesús, ante la angustia de su Madre, le dice que por qué lo buscaban pues él tenía que ocuparse de las cosas de su Padre. Ya Jesús estaba dando sus primeros pasos de evangelización .
Muy acorde con esto, Pablo en la primera lectura le pide a Timoteo Le pide que predique el evangelio con todas sus consecuencias. Que lo haga siempre.
Una exhortación que también nos viene bien a nosotros los cristianos del siglo XXI. Hemos de predicar y vivir siempre el evangelio de Jesús, como la mejor noticia que podemos ofrecer a nuestros hermanos, para que encuentren la “la vida y la vida en abundancia” que todos anhelamos.
María guardó este momento en su corazón. Es el mismo corazón que recordará, al pie de la cruz aquel acontecimiento vivido cuando Jesús tenía tan solo doce años.
María es la que educa el corazón del Hijo y después de recibir su última y definitiva misión al pie de la cruz, la de acoger como hijos a los discípulos, amados de Jesús; se convierte también para ellos en maestra de su corazón. En el corazón de María, como el de Jesús, hay un solo amor. Amor a Dios y amor a los suyos, que ahora somos todos por expreso deseo de su Hijo.
El Corazón de María acompaña y comparte nuestras tribulaciones, tristezas y zozobras. Su Inmaculado Corazón intercede ante su Hijo para que nuestras podredumbres queden limpias y nuestro interior se regenere y purifique. De esta forma, percibimos que, cuando uno ora con humilde sinceridad, el corazón se le vuelve más generoso, se libera “de la conciencia aislada y está deseoso de hacer el bien y de compartir la vida con los demás” (EvangeliiGaudium, n. 282).
Está claro que solo podemos comprender el misterio del Inmaculado Corazón de María si lo vinculamos al Sagrado Corazón de su Hijo Jesús y si lo hacemos con alma sencilla y abierta. Cuando así ocurre, nos percatamos de que nuestra alegría cristiana bebe de la fuente del mismísimo Corazón de Dios. Y es de ahí de donde sacamos aliento y vigor para verter el bálsamo del consuelo y el amor en quienes se hallan tirados en la cuneta de la vida y el progreso, con su existencia destrozada y sin ilusión para encarar el futuro. No seamos insensibles ante el dolor ajeno. Emprendamos, más bien, sin vacilar ese camino de encuentro cotidiano con los necesitados. Sentiremos entonces la presencia afable de la Madre de Dios, en cuyo Corazón se refugian y amparan los afligidos, los pobres y los últimos.
María se nos ha dado como madre precisamente en estos tiempos en los que el Espíritu Santo y María están sosteniendo y acompañando a la Iglesia hacia su plenitud en el Reino de Dios. Más concretamente, cada uno de nosotros estamos en esa escuela de María en donde aprendemos a dejarnos hacer por el Espíritu Santo; convirtiéndonos por tanto, así verdaderamente en hijos de Dios y mostrando su santidad en nuestras vidas.
A continuación les dejo la dirección donde pueden encontrar el Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de María
https://www.vatican.va/content/francescomobile/es/prayers/documents/20220325-atto-consacrazione-cuoredimaria.html#:~:text=Reina%20de%20la%20paz%2C%20obt%C3%A9n,nos%20disponga%20a%20la%20paz.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://diocesisdejaen.es/que-nos-dice-hoy-el-inmaculado-corazon-de-maria/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/06/08/maria-de-mi-corazon/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=08-06-2024
Palabra de Vida Mes de junio “El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o que se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo” (Marcos 4, 26 – 27)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.