- Gen 37, 3-4. 12-13. 17-28
- Sal 104
- Mt 21, 33-43. 45-46
La primera lectura de hoy y la parábola que nos cuenta el Evangelio, creo que están íntimamente relacionadas. Son historias de desamor entre Dios y su pueblo.
Ya en los primeros capítulos del Génesis, hemos visto hasta dónde es capaz de llegar el hombre cuando se deja llevar por la envidia.
La historia de José no es diferente a la de Caín y a muchas historias que se continúan escribiendo hoy en día, en las cuales, la envidia y el interés desmedido, siguen llevando a muchos a VENDER a sus hermanos por un poco de dinero. La envidia y el afán de riqueza y de poder continúan siendo una de las principales causas de injusticia en muchos ambientes de nuestra sociedad económica.
Las parábolas de Jesús son una invitación para que los oyentes nos identifiquemos con alguno de los personajes que aparecen en ellas, con sus actitudes, con sus decisiones. Nosotros somos la viña cuidada con detalle y cariño por parte del Señor. Nos ha rodeado de las personas y de las circunstancias que mejor nos sirvieran para dar el fruto deseado: ser hombres y mujeres de paz, bienaventurados, constructores del reino. Pero en vez de devolver gratis lo que gratis hemos recibido (cf. Mt 10,8) los trabajadores de la viña se apropiaron de la producción. No querían compartir lo cosechado. Y cuando el Señor envía oportunidades para devolver agradecidos lo que la tierra había producido, las defienden de forma violenta. Fueron rechazando sistemáticamente a todos los que solicitaban compartir algo de lo cosechado. Y en la plenitud de los tiempos, al que rechazaron fue al hijo de Dios.
No cuesta reconocernos en esos trabajadores miedosos que buscaban asegurar y guardar la vida. Temían que al compartir se quedasen sin nada. Nosotros también vivimos muchas veces divididos. Creemos en la compañía providente y cuidadora de nuestro Dios, pero en lo concreto del día a día contamos con nuestras propias fuerzas y con nuestros propios criterios para resolver las tareas diarias. Es como que la fe se queda instalada en la parte más racional de nuestra vida. Pero que en lo concreto son nuestras fuerzas las que lo logran todo. Por eso vivimos felices los éxitos, o nos deprimimos y entristecemos con los fracasos.
Para nosotros hoy, la parábola es una constante invitación, a seguir la llamada de Dios para ir a su viña a recoger los frutos que él espera. De ahí que debamos, como humanos y como cristianos, revisar nuestra preocupación por el mundo y la sociedad.
Frente a los viñadores homicidas de hoy, sean del tipo que sean, estamos llamados a creer en el proyecto de Dios, a creer que es su deseo que este mundo sea casa de todos, por lo tanto a creer en la posibilidad y tarea de hacerlo mejor, más vivible.
En el momento que estamos viviendo no podemos desentendernos. Dios espera los frutos de la viña de aquellos que nos ha mandado a trabajar en ella (Papa Francisco).
Ante la pregunta inicial ¿Qué frutos recogerá el Señor? La Palabra nos invita a mirarnos como viña del Señor, que cultivada por el amor divino tiene por vocación dar frutos de santidad y gracia. Además, se nos advierte de un gran peligro: querer usurpar el puesto de Dios, con lo cual sobreviene una ruina sin medida.
La Palabra de Vida que hoy iniciamos: “Crea en mi, oh Dios un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme”. Sal 51,12. Es una llamada para este tiempo de Cuaresma de reconocernos pecadores y necesitados de perdón. Y una vez perdonados y liberados y con la ayuda de los hermanos ponernos a Amar al prójimo, pues todos necesitamos de la Misericordia de Dios.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/03/01/nos-quedamos-con-su-herencia/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=01-03-2024
- https://www.google.com/search?q=palabra+de+vida+los+focolares+marzo+2024&ie=UTF-8&oe=UTF-8&hl=es-cr&client=safari
Palabra de Vida Mes de Marzo 2024. “Crea en mi, oh Dios un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme”. Sal 51,12 https://www.focolare.org
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.