https://youtu.be/PBJ_G6Wdopk
- Js 24, 14-29
- Sal 15
- Mt 19, 13-15
Hoy la liturgia nos muestra la grandeza del corazón del Señor quien siempre ha estado cerca de nosotros, como estuvo con el egipcios en todo momento, protegiéndonos, guiándonos y asistiéndonos cuando lo hemos necesitado. El solo necesito que nuestra confianza en El sean como la de los niños, quienes están siempre abiertos a El y dispuestos a dejarse sorprender.
Una gran declaración, nos presenta el texto de Josué: “Haremos todo lo que diga el Señor”. Dios es fiel a su promesa, su palabra está comprometida con los Padres, y alcanza también a los hijos en razón de ellos. El pueblo expresó su voluntad de seguir al Señor. Lo hace en estos términos: “¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para ir a servir a otros dioses!”.
Ese es el propósito que se fijan. La razón que motiva dicho propósito es: “Porque el Señor nuestro Dios es quien nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de Egipto, de la casa de la esclavitud; y quien hizo ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios y nos guardó en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos por los que atravesamos. Además el Señor expulsó ante nosotros a los pueblos amorreos que habitaban el país”. Asumen la historia vivida por sus Padres como propia y refieren su experiencia inmediata. Por lo tanto la conclusión es esta: “¡También nosotros serviremos al Señor: ¡porque él es nuestro Dios!”.
Josué advierte a los que, entusiasmados por la llegada a la tierra prometida, ratifican el pacto: “No lograréis servir al Señor, porque es un Dios santo, un Dios celoso. No perdonará vuestros delitos ni vuestros pecados. Si abandonáis al Señor y servís a dioses extranjeros, él también se volverá contra vosotros y, después de haberos hecho tanto bien, os maltratará y os aniquilará”. Quedan por tanto informados. Su respuesta se reafirma: “¡No! Nosotros serviremos al Señor”.
Tenemos ante nosotros una responsabilidad, pues cada uno de los bautizados hace suya la responsabilidad contraída en el bautismo y ha de vivir en un proceso de crecimiento interior, que se ha de reflejar en la cotidianidad. Así como Israel se compromete a servir al Señor, el cristiano se siente impulsado interiormente a vivir en comunión de amor, con Dios y con todos.
Y Jesus en el evangelio, nos muestra el camino, los niños, como ejemplo de la simplicidad de la vida y de la fe, es nuestro modelo para seguir a Jesús. Llegar a ser como ellos es nuestra meta, cosa por demás difícil, si no nos ayuda la gracia del Señor, pues nuestra tendencia natural, quizás por el pecado original, es hacia la grandeza, a buscar los primeros lugares, a “complicarnos” la vida. El niño es simple, es transparente, por ello, pude gozarse en las cosas sencillas del Reino, puede apreciar la gracia que hay en Jesús y Jesús se puede regocijar en ellos, pues siempre encuentra lugar en ellos para una sonrisa, para un beso, para un momento de alegría.
Como los niños es el Reino de los cielos. ¿Qué pasaría si hiciera de mi vida una continua imitación de los niños? Todos ellos nacen sencillos, sin malicia. Ciertamente no son siempre sonrisas, pero incluso en su llanto conservan sencillez. Son recipientes de amor y dispensadores de confianza; y colocan simplemente su corazón en su madre, en su padre, en aquél que les ofrezca una atención
”De los que somos como ellos es el Reino de los Cielos” Pensemos, nos invita el Papa Francisco; como sería una sociedad que decidiera, de una vez por todas, establecer este principio: “Es verdad que nos somos perfectos y que cometemos muchos errores. Pero cuando se trata de los niños que vienen al mundo, ningún sacrificio de los adultos se juzgará demasiado costoso o demasiado grande, para evitar que un niño piense que es un error, que no vale nada y estar abandonado a las heridas de la vida y a la prepotencia de los hombres”. Qué bonita sería esta sociedad. Yo creo que a esta sociedad, mucho le sería perdonado por sus innumerables errores. Mucho, de verdad.»
Jesús se dirige a cada uno para decirme a mí, tras pronunciar mi nombre, “no impidas” a los niños que se acerque a mí. Necesitamos dar a Cristo el derecho a que nos hable y lo haga así, directamente, con la confianza de los amigos. Entonces descubriré que, con mi conducta, con mi conversación, en una palabra, con mi falta de ejemplo, puedo impedir que los niños, los sencillos, los pequeños, los que aún no conocen a Cristo o no le conocen bien, les puedo estar impidiendo acercarse a Jesús. Y Él me dice que de esos “niños” es el Reino de los cielos y yo no puedo ser un obstáculo.
En medio de este mundo que nos impulsa continuamente a vivir una vida complicada en todas las áreas de nuestra vida, es importante no quitar la vista de lo que realmente es importante para Jesús y luchar con todas nuestras fuerzas para evitar caer en las complicaciones, para hacer nuestra vida y nuestros pensamientos complejos y por lo tanto, pesados y abrumadores.
Los cristianos estamos llamados a mostrar, antes que un conjunto de verdades, a una Persona al Señor, que es el lote de mi heredad, quien me enseña el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha, como recitamos en el Salmo responsorial. Hay cosas que solo se aprenden asimilándolas; y se asimilan viviendo con las personas que las poseen, con su ejemplo. Y, una vez asimiladas, no puedes explicarlas del todo, pero sí puedes vivirlas y transmitirlas a quienes viven contigo. Si hacemos memoria caeremos en la cuenta de cómo han influido en nuestra conversión, y en las sucesivas, el ejemplo edificante de amigos o personas que la Providencia ha puesto, y pone, en nuestro camino.
“Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes”. Ef 13,13.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/5058/cat/331/jesus-bendice-a-los-ninos.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/08/19/que-nuestro-ejemplo-acerque-y-no-aleje-de-cristo/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=19-08-2023
Palabra de Vida Mes de Agosto 2023
“Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo”. (Mateo 15, 28) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.