https://youtu.be/40R-79P4OWc
- Gen 32,22-32
- Sal 16
- Mt 9, 32-38
Hoy que recordamos la Memoria de San Benito, abad, la liturgia nos invita a como él, ser luz que lleve esperanza al abatido, paz al turbado y consuelo al que está triste. Y como en la historia de la primera lectura en que Jacob recibe la legitimación por parte de Dios, por lo que le cambia su nombre de Jacob a Israel, encontramos una enseñanza valiosa para nuestro crecimiento espiritual, no anteponer nada al Amor de Dios.
Este pasaje se encuentra al final del viaje que había hecho Jacob a casa de su tío Labán en donde se había enriquecido con su trabajo, y había procreado 11 hijos, de manera que regresaba lleno de bendiciones. Esto podría hacer que Jacob pensara que todo esto era producto de su trabajo y que, poco a poco, fuera excluyendo a Dios de su vida. Por ello, antes de regresar a la tierra prometida, Dios le sale al encuentro y lucha con él.
Con este pasaje, el autor nos hace ver que, si bien es cierto que “ha vencido a los hombres” (su astucia con Labán) y que “ha vencido a Dios” (obtención de todas las bendiciones materiales), no debe olvidar que, sólo si continúa teniéndolo como su Dios, podrá ser siempre victorioso. Meditar y reflexionar en este pasaje es fundamental para la auténtica vida cristiana, sobre todo, cuando ésta ha estado llena de las bendiciones de Dios.
No debemos olvidar nunca que, aunque todo lo que tenemos es debido a nuestro esfuerzo honesto en el trabajo, la verdadera fuente y origen de toda bendición es Dios. Dios marcó a Jacob, dislocándole el muslo, para que nunca lo olvidara. Dios nos ha marcado con el Espíritu Santo, para que no olvidemos que sólo caminando con él seremos VERDADERAMENTE vencedores en la vida; máxime que en este mundo individualista, en el que muchos viven sólo para sí mismos, sin ver a los demás, Jesús nos recuerda hoy en el evangelio, que no estamos ni viajamos solos. Jesús, nos dice el texto de San Mateo, “al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
O sea, vio a todas estas personas que necesitaban de alguien que los instruyera, que los ayudara a mejorar su vida, a descubrir y construir el Reino de los cielos, y dice la Escritura que: “Tuvo compasión de ellos”.
Jesús se fija en las gentes, ve a las personas, las mira… Nosotros a veces vamos “a lo loco”, sin fijarnos en nadie. También hoy la gente está cansada, perdida, desorientada, con cara seria… Haz la prueba y fíjate al salir a la calle: ¡nadie sonríe!
Para Jesús, compadecerse de las gentes es “padecer-con” ellas, saber que necesitan personas que estén con ellas para ayudarlas. La mies sigue siendo abundante también hoy, por tanto, la petición de Jesús sigue estando vigente en nuestros días: “Rogad al dueño de la mies que envíe operarios a su mies”. Ante la ingente tarea de reunir un solo rebaño y un solo pastor, a los discípulos – a nosotros – encomienda PEDIR OBREROS. Trabajadores que por todo el mundo puedan continuar la obra del Maestro, anunciando el Evangelio del Reino y sanando – con el poder de la Palabra de Jesús – todas las enfermedades y dolencias.
Nos dice el Papa Francisco: “Esta invitación de Jesús se extiende hasta nuestros días, para llegar a muchos hermanos y hermanas oprimidos por precarias condiciones de vida, por situaciones existenciales difíciles y a veces privados de válidos puntos de referencia. En los países más pobres, pero también en las periferias de los países más ricos, se encuentran muchas personas cansadas y agobiadas bajo el peso insoportable del abandono y la indiferencia. La indiferencia: ¡cuánto mal hace a los necesitados la indiferencia humana! Y peor, ¡la indiferencia de los cristianos! “
Hay mucha tarea que realizar, pero lo primero de todo es “rogar al Dueño”; la oración debe preceder toda labor evangelizadora. Y entonces siempre habrá quien se admire por las maravillas que Dios continúa haciendo entre nosotros.
Con el Salmista pidamos al Señor que escuche nuestra súplica con la Oración Colecta: “Dios que constituiste a san Benito, abad, como ilustre maestro en la escuela del servicio divino, concédenos que, sin anteponer nada a tu Amor, avancemos con un corazón generoso en el camino de tu mandamientos.
“Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes. “ Ef 13,13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/48729/cat/331/la-mies-es-mucha-pero-los-trabajadores-pocos.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/7-7-2009/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=11-07-2023
Palabra de Vida Mes de Julio 2023
“Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.” (Mateo 10, 42) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.