https://youtu.be/22-EZi9SvRA
- Gen Jer 19, 15-29
- Sal 25
- Mt 8, 23-27
“¿Por qué tienen miedo hombres de poca fe?”, nos dice el Señor hoy en el evangelio. Y en la primera lectura el ángel le dice a Lot “ponte a salvo y no mires atrás”. Y es que la liturgia de hoy, nos hace un enérgico llamado a ser personas de fe, a como nos dice la Aclamación del Evangelio tomado del Salmo 150, confiar en el Señor, esperar y confiar en su palabra. En ese sentido, siento muy significativa esa frase del Ángel a Lot “ponte a salvo, no mires atrás”, o sea, no importa lo que haya pasado, no importa las dificultades, ya no mires atrás el pasado, ya pasó, ahora ponte a salvo, el Señor quiere tu salvación. Si Dios obró la salvación de Lot por atención a Abraham, ¿qué no hará por todos los seres humanos en atención a su propio Hijo y a los méritos de éste conseguidos por su pasión, muerte y resurrección?
Y a eso nos llama, solo es necesario tener fe, pues si seguimos mirando al pasado solo nos espera convertirnos en estatua de sal, que según los exégetas, la sal petrificada representa aquí el anquilosamiento, la inactividad, la parálisis.
Entonces la frase del evangelio también debe resonar en nuestro corazón, ¿por qué tienen miedo… (pongamos nuestro nombre) de poca fe?Aunque en el mar de la vida se levante una tempestad fuerte y creamos que el Señor está dormido, solo debemos confíar, en su momento, El desplegará su Misericordia y sobre nuestra vida lloverá su Gracia, no el fuego como en Sodoma y Gomorra.
Nos explica el Papa Francisco: “Jesús muchas veces, ha dicho: ¡No tengan miedo! El miedo no nos ayuda.
Cuando Jesús trae la calma al agitado mar, los discípulos en la barca se llenaron de temor. Siempre, ante el pecado, delante de la nostalgia, ante el temor, debemos volver al Señor. Mirar al Señor, contemplar al Señor. Esto nos da estupor por un nuevo encuentro con el Señor. ‘Señor, tengo esta tentación: quiero quedarme en esta situación de pecado; Señor, tengo la curiosidad de saber cómo son estas cosas; Señor, tengo miedo’. Y ellos vieron al Señor: ‘¡Sálvanos, Señor, estamos perdidos!’ Y llegó la sorpresa del nuevo encuentro con Jesús. No somos ingenuos ni cristianos tibios, somos valientes, valerosos. Somos débiles, pero hay que ser valientes en nuestra debilidad. Y nuestro valor muchas veces debe expresarse en una fuga y no mirar hacia atrás, para no caer en la mala nostalgia.”
Terminamos con el Salmista diciendo: “Ten compasión de mí, Señor…Tengo ante los ojos, Señor, tu bondad. Esta oración es sumamente bella, su amor al Señor le lleva a pedir que le ponga a prueba que se asome a su corazón y sondee sus entrañas. La bondad del Señor está patente a sus ojos y esa bondad es la que le sana y la hace caminar en su verdad. Suplica no ser arrebatado con lo pecadores que sería verse lejos del Señor.
Sálvame por tu misericordia, no por otros méritos. Para poder alabar al Señor en la gran asamblea.
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes.” Ef 13,13.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- https://es.catholic.net/op/articulos/27148/cat/331/salvanos-senor-nos-hundimos.html#modal
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=04-07-2023
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Julio 2023
“Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.” (Mateo 10, 42) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.