https://youtu.be/rtocpIg03N0
- Jb 38, 1. 12-21; 40, 3-5
- Sal 138
- Lc 10, 13-16
El salmista nos insta a reflexionar: ¿Adónde iré lejos de Ti? ¿Dónde escaparé de tu mirada? La liturgia de hoy nos invita a dejándonos conducir por el Señor, acoger su invitación a transformar nuestra vida de manera radical y no hablar a la ligera, sino como María meditar las cosas en nuestro corazón y abandonarnos en su Voluntad.
Vemos como en la primera lectura Dios habla a Job desde la tempestad, desde la tormenta, reprochándole su osadía de querer que El le dé explicaciones, con una actitud exigente, a muchas de sus dudas y preguntas sobre todo lo que que se le está presentando en su vida.
En varios momentos de nuestro vivir cotidiano nos vemos reflejados en este pasaje, ya que tampoco a nosotros nos resulta fácil aceptar el sufrimiento y las injusticias, buscamos razones, proclamamos nuestra inocencia y pedimos a Dios explicaciones en vez de confiar en El. El, a su vez, nos muestra a Jesucristo, muerto y resucitado, para mirarle, contemplarle y dejarnos iluminar y amar por Él.
Ante la grandeza de Dios, ¿qué puede decir o hacer el hombre? Este pasaje de Job, con el cual cerramos nuestro rápido recorrido por este hermoso libro de la sabiduría, es la invitación final a darnos cuenta de la pequeñez de nuestros criterios, de nuestro conocimiento, de nuestra impotencia; es el eco de San Pedro que dice a Jesús: “Señor, tú lo sabes todo”.
Afirma el Papa Francisco: “Cuando nosotros estamos en tentación, no escuchamos la Palabra de Dios: no escuchamos, no entendemos, porque la tentación nos cierra, nos quita cualquier capacidad de previsión, nos cierra cualquier horizonte, y así nos lleva al pecado. Cuando estamos en tentación, solamente la Palabra de Dios, la Palabra de Jesús nos salva. Escuchar la Palabra que nos abre el horizonte… Él siempre está dispuesto a enseñarnos como salir de la tentación. Y Jesús es grande porque no solo nos hace salir de la tentación, sino que nos da más confianza.”
Con la Oración colecta, hoy que recordamos a San Jerónimo, presbítero y doctor de la ley, pidamos al Señor que diste a San Jerónimo, un suave y vio afecto por la Sagrada Escritura, nos conceda que nos alimentemos con su Palabra y encontremos en ella la fuente de la Vida.
”Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza.”, nos dice en el texto del evangelio. Así de fuerte. El apóstol de Jesús está llamado a dar testimonio. No hay otra manera mejor de hablar de Jesucristo que contar lo que a uno le ha pasado cuando se ha encontrado con él. Se pueden discutir ideas, pero las experiencias no, simplemente se transmiten y se acogen o se rechazan.
¿Alguna vez te has detenido a ver la obra que Dios ha hecho en tu vida? Estoy seguro que si miras hacia atrás y eres honesto contigo mismo, verás el paso de Dios por tu vida. Cada una de nuestras historias personales está marcada por la delicadeza y el amor de Dios.
Dios para cada uno de nosotros tiene pensado un proyecto de amor. Acojámoslo con actitud sencilla y humilde, porque Él es el Todopoderoso, que no desea nada más que nuestro bien, sabiendo que es infinitamente misericordioso.
Estas palabras con las que concluye el Evangelio son una llamada a la conversión y traen esperanza; si escuchamos la voz de Jesús aún estamos a tiempo. La conversión consiste en que el amor supere progresivamente al egoísmo en nuestra vida, lo cual es un trabajo siempre inacabado.
Todos los días tenemos que hacer el ejercicio de morir al hombre viejo con sus malas inclinaciones y buscar con generosidad la voluntad de Dios, para confiar en Él y vivir de su Palabra.
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2022
“Siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible” (1 Corintios 9, 19) https://ciudadnueva.com.ar/setiembre-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.