https://youtu.be/3QOAm87JO4w
- Is 42, 1-2
- Sal 26
- Jn 12, 1-11
- Él es mi luz y Salvación… esa pequeña oración encierra tanto del carácter del Señor y de cómo al tener un encuentro personal con Él, nuestro pasado, presente y futuro se impactan por completo.
El pasado porque cuando nuestra alma permanecía en oscuridad, permanecíamos de espaldas a Él. Pero Él nos escogió antes de la fundación del mundo solamente por Su gracia y misericordia ya que no había nada digno en nosotros, pero en la cruz Cristo tomó nuestro lugar y ahora Dios no nos ve más como indignos sino santos, sin mancha e irreprensible. (Colosenses 1:21- 22) Ese día, en la cruz, Él encendió la luz para cada uno de nosotros , fuimos librados de la potestad de las tinieblas y trasladados al reino de su amado Hijo. (Colosenses 1:13) El presente porque en la medida en que la medida en que lo vemos y conocemos somos transformados; esa oscuridad que circunda el mundo va alumbrándose y nos hace entender cómo vivir en la luz. (Salmo 119:130) El futuro porque Cristo es nuestro Salvador, y Su palabra dice que Él estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:17) y que Nada podrá separarnos de Su amor (Romanos 8:38-39)
Solo cuando entendamos que toda nuestra vida está escondida en Cristo, que a través de Él somos amados y que su Espíritu nos preservará hasta el final, podremos estar tranquilos y afrontar cada circunstancia con paz, porque Su Palabra es verdad y podemos confiar en ella como guía para nuestro conocimiento de su Voluntad. Así pues como ejemplo, hoy a través del profeta Isaías que nos invita para que durante esta semana, volteemos nuestros ojos hacia el elegido de Dios, hacia su Mesías y Salvador.
La imagen que Isaías nos da del siervo de Yahvé la vamos a ver claramente en Jesús de Nazaret. La palabra de Jesús, el Siervo de Yahvé, es suave, está bañada en el amor y en ningún momento produce miedo. Y, ¡cuidado!, si te atemoriza y espanta, no es Dios quien te habla, sino el maligno. Jesús pasará por esta vida, viviéndola como un simple hombre, ayudando a quien lo necesita.
Para el hombre de hoy, tan acostumbrado a tener su mirada fija en las cosas del mundo, tan preocupado por todos los problemas que lo circundan, esta semana de reposo, puede ser una buena oportunidad para que su mirada se vuelva a fijar en Jesús, en aquél que nos dio la vida muriendo por cada uno de nosotros.
Meditemos ¿No será ahora mismo el momento de cambiar nuestro ser y actuar y acercarnos a Dios?
Por eso aunque ciertamente las cosas del mundo son importantes, pero es aún más importante que nuestra vida esté centrada en Cristo, ya que esto es lo que hace que todas las demás cosas tomen su justo valor; debemos aprender de María, a darle a Jesús lo mejor, no sólo de nuestras cosas físicas sino de nuestro tiempo. No dejemos que nuestro descanso nos lleve a no darle importancia a esta semana en la que recordamos y volvemos a vivir, con toda la comunidad cristiana, los misterios de nuestra redención. Recordemos que la Iglesia somos el cuerpo de Cristo, y ese cuerpo lo veremos roto y entregado para nuestra salvación.
Es importante descansar, pero hay que hacerlo como lo hacía la familia de Lázaro: “Con el Señor”. Como la familia de Lázaro, invitemos a Jesús a nuestras vacaciones y a nuestro descanso. Que Él sea el huésped de honor de nuestras vacaciones, démosle su lugar y aún más, lo mejor de nosotros. Manifestemos también en nuestro descanso que somos amigos y seguidores de Jesús.
“Creer en Jesús, afirma el Papa Francisco, significa hacer de Él el centro, el sentido de nuestra vida. Cristo no es un elemento accesorio: es el «pan vivo», el alimento indispensable. Adherirse a Él, en una verdadera relación de fe y de amor, no significa estar encadenados, sino ser profundamente libres, siempre en camino. Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿quién es Jesús para mí? ¿Es un nombre, una idea, es solamente un personaje histórico? O ¿es verdaderamente esa persona que me ama, que ha dado su vida por mí y camina conmigo?”
Y el Emérito Benedicto XVI, nos explica que “el lamor no calcula, no mide, no repara en gastos, no pone barreras, sino que sabe donar con alegría, busca sólo el bien del otro, vence la mezquindad, la cicatería, los resentimientos, la cerrazón que el hombre lleva a veces en su corazón”
El Señor merece todo lo mejor de nosotros, entonces que cada acción en nuestro diario vivir sea la mejor ofrenda con que lo unjamos y así nuestro corazón se llene con la fragancia del Señor y esa fragancia llegue hasta quienes nos rodean.
Bibliografia
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/04/11/excusas/
- https://www.avivanuestroscorazones.com/joven-verdadera/blog/el-senor-es-mi-luz/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html
Palabra de Vida Mes de Abril 2022
“ Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.” (Marcos 16, 15) https://ciudadnueva.com.ar/abril-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.