https://youtu.be/HCIpFlXN3R0
- 2Re 5, 1-15
- Sal 41 y 42
- Lc 4, 24-30
La liturgia de hoy nos invita en este tiempo de Cuaresma a pedir el don de la fe sincera y sencilla. No la que se queda meramente en verdades lejanas que no se cuestionan sino la que abre el corazón para que Jesús pueda intervenir en mi vida
El pasaje de los Reyes, es claro lo que significa tener fe y el apoyo de la comunidad. Fe es obedecer, aunque lo que se nos pida parezca una tontería, algo fuera de sentido.
Es así como nos invita a olvidarnos de los grandes boatos, lo que Dios quiere es que nos purifiquemos con el agua, como ocurrió en nuestro bautismo, simplemente renovando los compromisos que, por nosotros, hicieron nuestros padres, que revivamos nuestra disposición y reafirmemos nuestra fe, con la limpieza que supone para nosotros recibir el agua bautismal.
Naamán pensó que era una tontería lo que Eliseo le pedía y ya había decidido marcharse enfermo. Sin embargo, sus siervos (que podríamos identificar con la comunidad), lo convencieron de que hiciera lo que se le pedía. Resultado: quedó sano. En ocasiones nos encontramos con hermanos para los cuales la voluntad de Dios en ese momento resulta difícil de aceptar; decisiones que resultan ilógicas. Es entonces cuando la fe alcanza su valor máximo, y es cuando nosotros podemos ser el instrumento para ayudar a quien duda a continuar adelante y así llevarlo a hacer la voluntad de Dios.
Sin grandes alharacas, sin ceremonias extraordinarias, simplemente el Señor y tú, examinando nuestra vida y, como con el ordenador, reiniciando nuestra fe y confianza en el “Todopoderoso”, convenciéndonos de que, como nos dice el salmo 41, “Mi alma tiene sed del Dios vivo”.
Y es que, como afirma el Papa Francisco, “no es fácil entender qué es la humildad. Esta es el resultado de un cambio que el mismo Espíritu obra en nosotros por medio de la historia que vivimos, como le ocurre por ejemplo a Naamán el sirio (cf. 2 Re 5). En la época del profeta Eliseo, este personaje gozaba de gran fama. Era un valiente general del ejército arameo, que había demostrado en varias ocasiones su valor y su audacia. Pero junto con la fama, la fuerza, la estima, los honores, la gloria, este hombre estaba obligado a convivir con un drama terrible: era leproso. Su armadura, la misma que le proporcionaba prestigio, en realidad cubría una humanidad frágil, herida, enferma. Esta contradicción a menudo la encontramos en nuestras vidas: a veces los grandes dones son la armadura para cubrir grandes fragilidades.”
Lucas nos presenta el episodio de cuando Jesús vuelve a su tierra, Nazaret, y en la sinagoga, tras leer el fragmento de Isaías: “El Espíritu de Dios está sobre mi…” y confirmarles que la profecía se había cumplido en Él, es testigo de cómo la aparente sorpresa y admiración del principio, se torna escepticismo y crítica, pues ¿cómo era posible que el que habían conocido desde niño, y su familia vivía entre ellos, se había convertido en maestro y realizaba cosas sorprendentes?
Cuánto nos cuesta reconocer las virtudes de los demás!, sin embargo, que fácil nos resulta el pregonar y difundir sus posibles defectos y, si cabe, agrandarlos.
¡Nos cuesta tanto valorar al prójimo…! Y más si es muy cercano a nosotros. Nos duele que alguien pueda destacar por encima de nosotros y pueda dejar en evidencia nuestra mediocridad.
El Señor nos pide un ejercicio de humildad, olvidarnos de nuestro “ego”, abrirnos a la escucha de la Palabra de Dios y seguir el camino que nos marca, y conseguir ser capaces de reconocer los méritos de cada uno, olvidándonos de nuestro egoísmo.
¿Estamos dispuestos a “reiniciarnos” y recuperar nuestra confianza en Dios?
¿Renunciaríamos a criticar a los otros para insistir más en la escucha de la Palabra de Dios?
¿Nos atrae el ser profetas para los demás?
Hoy en el Evangelio, Jesús nos dice «que ningún profeta es bien recibido en su patria» (Lc 4,24). Jesús, al usar este proverbio, se está presentando como profeta.
“Profeta” es el que habla en nombre de otro, el que lleva el mensaje de otro. Entre los hebreos, los profetas eran hombres enviados por Dios para anunciar, ya con palabras, ya con signos, la presencia de Dios, la venida del Mesías, el mensaje de salvación, de paz y de esperanza.
Jesús es el Profeta por excelencia, el Salvador esperado; en Él todas las profecías tienen cumplimiento. Pero, al igual que sucedió en los tiempos de Elías y Eliseo, Jesús no es “bien recibido” entre los suyos, pues son estos quienes llenos de ira «le arrojaron fuera de la ciudad» (Lc 4,29).
Cada uno de nosotros, por razón de su bautismo, también está llamado a ser profeta. Por eso:
- Debemos anunciar la Buena Nueva. Para ello, como dijo el Papa Francisco, tenemos que escuchar la Palabra con apertura sincera, dejar que toque nuestra propia vida, que nos reclame, que nos exhorte, que nos movilice, pues si no dedicamos un tiempo para orar con esa Palabra, entonces sí seremos un “falso profeta”, un “estafador” o un “charlatán vacío”.
- Vivir el Evangelio. De nuevo el Papa Francisco: «No se nos pide que seamos inmaculados, pero sí que estemos siempre en crecimiento, que vivamos el deseo profundo de crecer en el camino del Evangelio, y no bajemos los brazos». Es indispensable tener la seguridad de que Dios nos ama, de que Jesucristo nos ha salvado, de que su amor es para siempre.
- Como discípulos de Jesús, ser conscientes de que así como Jesús experimentó el rechazo, la ira, el ser arrojado fuera, también esto va a estar presente en el horizonte de nuestra vida cotidiana.
Bibligrafía
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/03/21/fe-sencilla-para-acoger-a-jesus/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html
Palabra de Vida Mes de Marzo 2022
«Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» (Mc 6, 12) https://www.focolare.org/espana/es/news/2022/02/27/marzo-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.