Ven Señor Rey de Justicia y Paz
https://youtu.be/5-iI3LWGTxE
- Gen 49, 2-. 8-10
- Sal 71
- Mt 1, 1-17
En la primera lectura encontramos una descripción del Mesías cuando Jacob (Israel) profetiza acerca de su hijo mayor. La tradición, apoyada en las palabras de patriarca del pueblo elegido describió al Mesías como ”el león de la tribu de Judá”.
Nos comenta Sor María de los Ángeles Martínez O.P., que en este texto,, Jacob ha realizado ya la peregrinación del espíritu, es decir, ha dado el paso liberador hacia el amor y la misericordia de Dios: recordemos que cuando va camino del encuentro reconciliador con su hermano Esaú, lucha con un personaje al que él identifica con Yahvé. Ha experimentado la fuerza del amor transformante de Dios, el cual le confiere un nombre nuevo: “Israel”.
De la tribu de Judá será también el rey David. Con el más afamado monarca israelita —cuya vida es apasionante—, la promesa de la salvación la concretó Dios en la figura de un Mesías que sería también rey.
San Mateo escribe su evangelio para el mundo judío, y nada más comenzar, en el primer versículo, deja meridianamente claras sus intenciones: a modo de intro de una superproducción cinematográfica, suenan los tambores y la música de la 20th Century Fox. Eso es en realidad la genealogía del evangelio de hoy.
Afirma el Rev. D. Vicenç GUINOT i Gómez, que San Mateo nos está diciendo que Jesús es verdadero Hombre. Dicho de otro modo, que Jesús —como todo hombre y como toda mujer que llega a este mundo— no parte de cero, sino que trae ya tras de sí toda una historia. Esto quiere decir que la Encarnación va en serio, que cuando Dios se hace hombre, lo hace con todas las consecuencias. El Hijo de Dios, al venir a este mundo, asume también un pasado familiar.
Y concluye, en definitiva, la genealogía de Jesús nos ayuda a contemplar el misterio que estamos próximos a celebrar: que Dios se hizo Hombre, verdadero Hombre, que «habitó entre nosotros» (Jn 1,14).
Y yo me pregunto, de verdad nos estamos preparando para recibir a ese Dios que se hizo Hombre, verdadero hombre?
El salmo nos insta a pedir al Señor que venga, al Señor Rey de Justicia y Paz. Creo que es importante que meditemos al respecto, pues dondequiera vemos imágenes de todo lo contrario.
El Papa Francisco nos dice que “hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos, será imposible erradicar la violencia, no encontraremos paz. Jesús alaba al Padre porque los pequeños y sencillos son capaces de comprender y de vivir este mensaje.
El Reino que se acerca trastornará los valores y apreciaciones humanas, favoreciendo sobre todo a los pequeños, a los sencillos, a los pobres de Dios. En realidad, el que se siente necesitado y hambriento es capaz de recibir más que el está lleno de si mismo. Nuestra Patria está urgida de paz y de justicia. Son fuertes los clamores que se alzan pidiendo esta paz, pero nos exigen una seria conversión en todos los sentidos…
En la explicación del texto del evangelio el Pontífice nos dice que, “en esa lista histórica hay pecadores y pecadoras. Pero, ¿cómo lo ha hecho el Señor? Se ha mezclado, ha corregido el camino, ha regulado las cosas. Pensemos en el gran David, un gran pecador, y luego un gran santo. ¡El Señor lo sabe! Cuando el Señor nos dice «Con amor eterno, Yo te he amado» se refiere a esto. Desde hace muchas generaciones el Señor ha pensado en nosotros, ¡en cada uno de nosotros!
Este es el amor eterno del Señor; ¡eterno, pero concreto! Incluso un amor artesanal, porque Él va haciendo la historia, va preparando el camino para cada uno de nosotros. Y este es el amor de Dios que ¡nos ama desde siempre y nunca nos abandona! Roguemos al Señor para conocer esta ternura de su corazón.”
En estos días de Adviento se requiere una gran humildad para reconocerse pecador y necesitado, pero también lleno de esperanza y reconociendo que con Cristo se puede construir un mundo nuevo. La paz, la armonía, se tienen que esperar con mucha ilusión, pero también con mucho trabajo. Es cierto que son un regalo del Señor, pero también exigen nuestro esfuerzo y colaboración. Que hoy creamos que la paz es posible y que luchemos por alcanzarla”
¡Ven, Señor, Rey de justicia y de paz! Proclamemos con el Salmista y con la Oración Colecta pidamos a nuestro Dios creador y redentor del género humano, que quiso que su Palabra se encarnara en el seno purísimo de la Virgen María, que atienda propicio, a nuestras suplicas, y haga que su Hijo Unigénito, revestido de nuestra humanidad, se digne hacernos participes de su vida divina.
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2021
«¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Se-ñor!» (Lc 1, 45) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.