Feliz inicio de semana, mis queridos lectores. Hoy quiero transcribirles algunos textos de la Catequesis en audiencia general, del Papa Francisco el miércoles 27 de enero, 2020, en la que nos habla sobre la Oracion con las Sagradas Escrituras.
“A través de la oración, la Palabra de Dios viene a vivir en nosotros y nosotros vivimos en ella. La Palabra inspira buenos propósitos y sostiene la acción; nos da fuerza y serenidad, y también cuando nos pone en crisis nos da paz, en los días “torcidos” y confusos, asegura al corazón un núcleo de confianza y de amor que lo protege de los ataques del maligno. Así la Palabra de Dios se hace carne en aquellos que la acogen en la oración”.
A pesar de su antigüedad, cada versículo de la Biblia fue escrito también para nosotros, y a través de ellos Dios nos habla”. Concretamente subrayó cómo la Biblia “nos permite vernos reflejados en muchos personajes y situaciones”.
El Pontífice recordó que las palabras de la Sagrada Escritura no fueron escritas para quedar aprisionadas en el papel, sino para ser acogidas y germinar en nuestros corazones:
“Del corazón abierto a Dios, de nuestra oración, depende la posibilidad de que un texto bíblico se convierta para nosotros en Palabra viva de Dios. Y la Palabra de Dios, impregnada del Espíritu Santo, cuando se acoge con el corazón abierto, no deja las cosas como estaban antes. Inspira las buenas intenciones y apoya la acción, dándonos fuerza y serenidad; e, incluso cuando nos pone en crisis, nos da paz”
¿Pero cómo hacerlo? Nos podríamos preguntar.
El Papa nos responde: “el método de la lectio divina es conocido. De este modo, afirmó, la Palabra de Dios se hace carne en las personas que la acogen en la oración. Se produce una nueva encarnación. “Y nosotros somos los “tabernáculos”, donde las palabras de Dios quieren ser guardadas para visitar el mundo”.
“Cada día Dios pasa y siembra una semilla. No sabemos si hoy encontrará tierra seca, zarzas o buena tierra para crecer. Depende de nosotros. El creyente no busca en las Sagradas Escrituras apoyo para su propia visión filosófica o moral. Sabe que fueron escritas en el Espíritu Santo, y que es en este Espíritu donde deben ser recibidas y comprendidas”.
Las Sagradas Escrituras son un tesoro inagotable”. La vida cristiana es obra, al mismo tiempo, de obediencia y de creatividad, señaló, “un buen cristiano debe ser obediente, porque escucha la Palabra de Dios; creativo, porque tiene al Espíritu Santo dentro de él instándole a hacerlo, a llevarlo a cabo”.
A mí me molesta un poco cuando escucho cristianos que recitan versículos de la Biblia como los loros. “Oh, sí, el Señor dice…, quiere así…” ¿Pero tú te has encontrado con el Señor, con ese versículo? No es un problema solo de memoria: es un problema de la memoria del corazón, la que te abre para el encuentro con el Señor. Y esa palabra, ese versículo, te lleva al encuentro con el Señor.
A través de la oración, la Palabra de Dios viene a vivir en nosotros y nosotros vivimos en ella. La Palabra inspira buenos propósitos y sostiene la acción; nos da fuerza, nos da serenidad, y también cuando nos pone en crisis nos da paz. En los días “torcidos” y confusos, asegura al corazón un núcleo de confianza y de amor que lo protege de los ataques del maligno.
¿No les parece suficiente motivación para a partir de hoy, si no lo haces ya, dedicar un ratito de tu día a leer la Biblia?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.