?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/1kBZ2AgR5-o
- 1 Tes 2, 9-13
- Sal 138
- Mt 23, 27-32
La liturgia de hoy va mostrándonos el camino a seguir desde la Oración Colecta en que pedimos al Señor que amemos los que nos manda y desear sus promesas como instrumentos para mantener nuestro corazón firme en medio de la inestabilidad del mundo. Así Pablo, en la primera lectura, consciente de la responsabilidad que Dios le ha confiado como mensajero del Evangelio, sabe que su misión no termina con el primer anuncio, sino que la vida cristiana, para que llegue a desarrollarse, necesita, como las plantas, de continuo cuidado. Sabe cuándo actuar con suavidad y cuándo con dureza, pero siempre con amor, para que el mensaje del Evangelio no se quede en una bonita idea sino que pase a la vida de cada uno de los cristianos. Así todos nosotros los bautizados, cada uno según su vocación y estado de vida particular, hemos recibido del Señor el encargo de ayudar a que el Evangelio se convierta en un verdadero estilo de vida en nuestra sociedad, de tal modo que todos vivamos “de una manera digna de Dios”, entonces siguiendo el ejemplo de san Pablo, debemos exhortar a nuestros hermanos, siempre con caridad, a perseverar en el amor y en la fe, porque seamos sinceros, el silencio de muchos cristianos , no es otra cosa que indiferencia y apatía, falta de compromiso con Cristo y su misión.
Afirma Fray Emilio García Alvarez O.P. que la lección que se desprende de estas actitudes es muy elocuente: cuidado paternal, o maternal, con aquellos a los que queremos engendrar para la vida de fe; gozo íntimo y reconocido al constatar que el anuncio del Evangelio ha prendido en la comunidad evangelizada, transformando su vida; renuncia al legítimo sustento que se podría esperar de esa comunidad, para que se vea que el interés primordial del apóstol no es material, sino únicamente espiritual.
Este es pues, un llamado a ser solidarios unos con otros en nuestro camino hacia la santidad, ser personas que apuestan por el cambio y luchan por la transformación de esta sociedad basada en las apariencias y que ha abandonado la misión que Dios nos ha encomendado.
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre”, nos confronta el evangelio de hoy.
Poco nos ha durado el descanso de San Bartolomé y volvemos a los “Ayes” del Señor, leía en un comentario. Tal vez sea hoy un día más de súplica que de examen de conciencia. No creo que nadie que esté leyendo este comentario esté repleto de “hipocresía y crueldad”. Pero no creamos que se debe a nuestro mérito, sino por pura misericordia de Dios que nos aparta del maligno. Si nos dejásemos de la mano de Dios podríamos llegar a ser como los más malos de la película de malos más malos de la historia. En ocasiones el Señor nos ayuda a reaccionar por contraposición.
Jesús, nos comenta el fraile García, reprueba las prácticas puramente externas que no van acompañadas de un sentimiento interior, sino que muestran más bien una actitud hipócrita. Cuántas veces puede suceder esto, también hoy: se conservan formas tradicionales de religiosidad, pero sin que correspondan a una vivencia profunda de la fe que parecen expresar. Jesús denuncia reiteradamente la hipocresía a lo largo de su predicación. Y reprocha también a este grupo otra cosa: que tienen hacia la ley –hacia el profundo sentido que Dios le dio a la ley- la misma actitud que hacia los enviados de Dios: una actitud de incomprensión y de rechazo.
La hipocresía, nos explica el Papa Francisco, “es el lenguaje del diablo, es el lenguaje del mal que entra en nuestros corazones y es sembrado por el diablo. No se puede vivir con gente hipócrita, pero la hallamos por doquier. A Jesús le gusta desenmascarar la hipocresía. Sabe que será precisamente esta actitud hipócrita la que le llevará a la muerte, porque el hipócrita no se pregunta si debe utilizar medios lícitos o no, más bien simplemente dice: ¿Sirve la calumnia? ¡Hagamos la calumnia!; ¿Convienen los falsos testimonios? ¡Busquemos un testigo falso!”
Y nos aconseja el Rev. D. Lluís ROQUÉ i Roqué que para no caer en la hipocresía, tengo que ser muy sincero. Primero, con Dios, porque me quiere limpio de corazón y que deteste toda mentira por ser Él totalmente puro, la Verdad absoluta. Segundo, conmigo mismo, para no ser yo el primer engañado, exponiéndome a pecar contra el Espíritu Santo al no reconocer los propios pecados ni manifestarlos con claridad en el sacramento de la Penitencia, o por no confiar suficientemente en Dios, que nunca condena a quien hace de hijo pródigo ni pierde a nadie por el hecho de ser pecador, sino por no reconocerse como tal. En tercer lugar, con los otros, ya que también —como Jesús— a todos nos pone fuera de sí la mentira, el engaño, la falta de sinceridad, de honradez, de lealtad, de nobleza…, y, por esto mismo, hemos de aplicarnos el principio: «Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie».
Palabra de Vida Mes de Agosto 2021
“El que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.” (Mateo 18, 4) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.