La felicidad e s la más alta de todas las sensaciones, un estado de ánimo sublime de satisfacción y bienestar espiritual.• Es la gran aspiración humana, es el gran objetivo que alienta nuestras acciones y nuestras elecciones.• Es plenitud, perfección, reto.• La felicidad tiene que ver con un saber responder a nuestra peculiar situación en el mundo.
Para algunos, encontrar la felicidad es encontrar el sentido que tiene la vida, la vida de cada uno de nosotros, que es única.• La vida plena la he de conquistar yo mismo con mis actuaciones.• De mí depende cómo afronto los factores externos.• Ser feliz es la consecuencia de un modo de vivir, es la consecuencia de una actitud.
Nuestra felicidad puede apoyarse en multitud de bienes. Pero esas columnas no lo son todo para nuestra dicha. Necesitan asentarse sobre otro fundamento inconmovible y a prueba de todo.
Es decir, mucho de lo bueno que nos rodea podría desvanecerse de un momento a otro si no está, a su vez, bien cimentado. Incluso hay cosas en sí muy buenas que pueden resultarnos dañinas. Claro, todo dependerá de nuestra actitud y del modo como las usemos.
San Agustín dice que el camino a la felicidad está en Dios. Dios es fuente de nuestra felicidad y meta de nuestro apetito. Concibe la felicidad como gozo de la verdad. Cada hombre es lo que ama. Su experiencia de la felicidad en el camino la encontró en Dios, la Verdad misma que daría sentido a sus interrogantes; el que tiene a Dios lo tiene todo; el que tiene todo menos a Dios no tiene nada. No es lo mismo vivir que vivir felizmente (C 13,4,5). Lo que amas eres: Tarde te amé.
La dificultad no está en que seamos felices, no hay problema con ser feliz. El problema llega cuando hacemos de la felicidad una meta que debemos y tenemos que alcanzar. Cuando esto sucede, entonces pensamos que Dios existe para que seamos felices y esto es un pensamiento peligroso. La felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. Porque quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.
Lucas 1, 42, nos hace comprender que la bendición de Isabel a María la hace con emoción y con una fuerte voz y la proclama “bendita entre las mujeres,” en otras palabras, quiere decir que es la más bendita de todas. Isabel, por revelación del Espíritu Santo, sabe que se halla ante la madre de “mi Señor.” Es la proclamación de hallarse ante el Mesías.
Isabel esta inspirada por el Espíritu Santo, ella ve en María el instrumento providencial de la salvación que vendrá a través del “Fruto de su vientre”, el Salvador y Redentor de Israel, al que no se puede aclamar menos que bendito.
“Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”. Nuevamente beatifica Isabel a María. En efecto, Isabel, elogia a María, “que creyó,” por lo que se realizarán en ella los misterios anunciados de parte de Dios. Con ello se exalta la fe de María.
Porque María creyó, ésta fue su grandeza, este es el fundamento de toda su alegría y felicidad, su fe, es decir María, es la Maestra de la fe. María, sin poder explicarse el modo como se iba a realizar el Plan de Dios, lo acepta cuando se le anuncia. María con su fe, hizo que la obra de Dios fuera una realidad.
María es “La que ha creído” y el acto de fe en el ángel, la constituye en María, Madre de todos los creyentes en Jesús, nuestro Salvador. Esto no fue oculto a Isabel, por eso llama a María, “Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?. En otras palabras, reconoce a María como la Madre Dios.
Bella enseñanza la de María, ella es feliz, es dichosa, porque ha creído, porque ha aceptado la Palabra de Dios que llegó a su corazón.
Hoy es día de reflexionar ¿en qué cimientos está puesta nuestra felicidad Ojalá, la palabra de Dios, lleguen en estas fechas, tan difíciles que estamos viviendo, a los corazones de todos nosotros y sea aceptada con amor, y así poder recibir las bendiciones del Señor y sentirnos siempre felices más allá de las circunstancias.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.
Bibliografía:
Primera referencia
Segunda referencia
Tercera Referencia