?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Heb 3, 7-14
- Sal 94
- 1 Cor 15,12. 16-20
Nos comenta Fray Manuel Santos Sanchez O.P., que el autor de la carta, dirigiéndose ya a los cristianos, les pide que no tengan “un corazón malo e incrédulo, que los lleve a desertar del Dios vivo” y, por tanto, de Jesucristo.
“No endurezcan su corazón”, nos dice el texto hoy. Uno de los peligros latentes de nuestra comunidad cristiana es lo que se podría llamar: El riesgo de la normalidad. Esto es, el pensar que nuestra vida “no es tan mala”, que no somos grandes pecadores pues no matamos, no robamos bancos, vamos a misa los domingos. Todo esto es, claramente, una forma de endurecer el corazón.
Contando con nuestra debilidad, el texto Nos anima, “Que ninguno de vosotros tenga un corazón malo e incrédulo, que lo lleve a desertar del Dios vivo.
Animaos, por el contrario, los unos a los otros, cada día, mientras dure este “hoy”, para que ninguno de vosotros se endurezca, engañado por el pecado.
En efecto, somos partícipes de Cristo si conservamos firme hasta el final la actitud del principio.”
Bien lo sabemos, los cristianos desde que vivimos el encuentro seductor con Jesús y nos pidió que le siguiéramos… no podemos, no queremos darle la espalda, sino que buscamos acogerle de lleno en nuestro corazón y transitar por el camino que él nos índica donde encontraremos “vida y vida abundante”, animándonos “los unos a los otros, día tras día”.
El sacerdote Wilson Grajales, al comentar el evangelio en la homilia, nos decía que la letra era considerada una enfermedad muy grave y consecuencia del pecado, por eso las personas que lo padecían eran excluidos. El leprosos encuentra en Jesús la posibilidad de recobrar su dignidad y pone su esperanza y confianza en El, y entonces, nos dice el texto, “Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio».
En ese gesto y en esas palabras de Cristo, nos explica el Papa Francisco, está toda la historia de la salvación, está encarnada la voluntad de Dios de curarnos, de purificarnos del mal que nos desfigura y arruina nuestras relaciones. En aquel contacto entre la mano de Jesús y el leproso queda derribada toda barrera entre Dios y la impureza humana, entre lo sagrado y su opuesto, no para negar el mal y su fuerza negativa, sino para demostrar que el amor de Dios es más fuerte que cualquier mal, incluso más que el más contagioso y horrible. Jesús tomó sobre sí nuestras enfermedades, se convirtió en «leproso» para que nosotros fuéramos purificados.”
Cerrar el corazón, continua el sacerdote Grajales, es la lepra de hoy que impide toda posibilidad de escuchar al Señor que quiere sanarnos y nos confiemos a El.
Una persona que ha sido tocada por el Señor, nos dice el audio, no puede permanecer callada.
Algunas lecciones podemos sacar nosotros cristianos de 2021 de esta curación del leproso. La primera, sabiendo que Jesús nos ha amado y nos sigue amando hasta el extremo, con toda confianza le hemos de pedir que nos cure y libere de las heridas y limitaciones que nos dificultan seguirle. La segunda, como tenemos experiencia de que Jesús nos ha curado y no ha introducido en el camino que lleva a la vida… queremos proclamar a los cuatro vientos, como el leproso, que Jesús es el que nos ha curado, es nuestro salvador, el que nos ha dado vida, concluye Fray Manuel Santos.
Palabra de Vida Mes de Enero 2021
““Permanezcan en mi amor: darán mucho fruto.” (cf. Juan 15, 5-9) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.