?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 1 Cor 15, 1-11
- Sal 117
- Lc 7, 36, 50
En esta primera lectura, Pablo hace alusión al kerigma es decir a la muerte y resurrección de Cristo. Nos recuerda el Evangelio, igual que a los Corinto, que la buena noticia de Jesús hay que conservarla, guardarla, anunciarla porque si esto no es así corren el peligro de perderse, de abandonar, de que esa fe no de su fruto.
Y es que en la medida en que haciendo vida la enseñanza de Jesús, en esa medida, toda nuestra existencia se transforma.
Si, esta buena noticia del Evangelio, tenemos que hacerla vida, dejando que por la acción del Espíritu Santo, se transforme en amor a Dios y los hermanos. Pablo afirma, por la gracia de Dios, soy lo que soy, esta afirmación, es para nosotros también, pues la gracia debe ser el motor de la evangelización, el resorte que nos empuja a hacer partícipes a los demás del gozo y la paz que nosotros mismos experimentamos en Cristo.
Nos decía el padre. Jacobo Hernández en la Homilia que debemos aprender a visualizar que en la vida tenemos deberes con Dios, somos amados por El y somos sus Hijos, entonces y porque recibimos tanto de El, deberemos corresponderle, en amar como El nos amó primero.
Y enfatizó que este deber, no es para tener una actitud de dar lo mínimo para cumplir, sino como una actitud de correspondencia, siendo, por lo menos, coherentes en la medida en que El nos ha perdonado, o sea hasta la muerte en la Cruz.
El Papa Francisco, nos explica: “Hay entonces, dos actitudes muy diferentes entre sí que vemos en el Evangelio de hoy: por una parte la del hombre que ve y califica, juzga; y por otro la de la mujer que llora y hace cosas que parecen locuras, porque utiliza un perfume que es caro, es costoso…
[…] En cierto sentido, la Lectura de hoy, indica que “Jesús le reprocha al fariseo que ha entrado a su casa y no le ha dado agua para los pies; ni un beso; ni ungido con óleo mi cabeza. En cambio ella hace todo esto: con sus lágrimas, con sus cabellos, con su perfume.
El Evangelio de hoy no dice cómo terminó la historia para este hombre, pero dice claramente cómo terminó para la mujer: “Tus pecados han quedado perdonados”.
En el comportamiento de la mujer hay mucho, mucho amor, mientras que con respecto a los comensales Jesús no dice que falta el amor, pero lo da a entender. En consecuencia la palabra de salvación “tu fe te ha salvado” la dice solo a la mujer, que es una pecadora. Y la dice porque ella logró llorar sus pecados, confesar sus pecados, decir: “Soy una pecadora”.
Por el contrario, no la dice a esa gente, que incluso no era mala, sino porque estas personas creían que no eran pecadoras. Para ellos los pecadores eran los demás: los publicanos, las prostitutas.
He aquí entonces la enseñanza de la lectura de hoy del Evangelio: “La salvación entra en el corazón solamente cuando abrimos el corazón en la verdad de nuestros pecados.”
Antes de juzgar nos dice el padre Yepes en el audio, miremos que tanto se nos ha perdonado y responsamos con mucho amor y humildad. Dejemos pues de mirar con ojos de fariseos que nos mueve a ser rígidos, severos y reclamar con actitud retributiva y más bien con la mirada de Dios, ser misericordiosos y perdonar.
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p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”16″>Con el Salmista, demos gracias al Señor porque es bueno y su misericordia dura para siempre.
Palabra de Vida Mes de septiembre Den y se le dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Lc6, 38.
¿Quién podrá entonces separarnos depl amor de Cristo? (Romanos 8,35
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.