?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 2 Pe 3, 12-15. 17-18
- Sal 89
- Mc 12, 13-17
Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, nos indica la primera lectura y Pedro dice que ha de ser una espera activa: añade, “apresurad la venida del Señor”.
Apresurar la plenitud, de nuevos cielos y nueva tierra, de nuevo tiempo, es mantener el esfuerzo esperanzado de que, por encima de nuestras limitaciones, debilidades, pecados, está la gracia de Dios a la que alude san Pedro.
A veces nos parece que nuestro esfuerzo es inútil, y tienta el cansancio, si no el abandono. Hay que mantener la paciencia, que va unida a la paz interior en medio de la lucha. Nos lo dice el texto. No podemos renunciar a ir construyendo un mundo más humano, que sea un reflejo del Reino de Dios, que predicó Jesús. A construirlo empezando por lo que se mueve en nuestro interior y se refleja, ante todo, en el ámbito en que nos movemos, pero mira más allá de nosotros y los “nuestros”, a hombres y mujeres que pisan esta tierra. Sin esperanza, no hay proyecto cristiano. Sin esfuerzo individual no encontraremos la ayuda de Dios.
En la lectura del Evangelio de hoy, nos dice el Papa Francisco, “observamos cómo Jesús responde con esta frase irónica y genial a la provocación de los fariseos que, por decirlo de alguna manera, querían hacerle el examen de religión y ponerlo a prueba: “Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios“,
Es una respuesta inmediata que el Señor da a todos aquellos que tienen problemas de conciencia, sobre todo cuando están en juego su conveniencia, sus riquezas, su prestigio, su poder y su fama. Y esto ha sucedido siempre.
Jesús pone el acento en la segunda parte de la frase: “y DAR a Dios lo que es de Dios”. Lo cual quiere decir reconocer y creer firmemente, frente a cualquier tipo de poder, que sólo Dios es el Señor del hombre, y no hay ningún otro.
Dar a Dios lo que es de Dios significa estar dispuesto a hacer su voluntad y dedicarle nuestra vida y colaborar con su Reino de misericordia, de amor y de paz.
En eso reside nuestra verdadera fuerza, la levadura que fermenta y la sal que da sabor a todo esfuerzo humano contra el pesimismo generalizado que nos ofrece el mundo.
En eso reside nuestra esperanza, porque la esperanza en Dios no es una huida de la realidad, no es una coartada: es ponerse manos a la obra para devolver a Dios lo que le pertenece.“
De esto es lo que nos habla el padre Yepes en el audio, no podemos emplear la lógica del mundo, en las cosas de Dios…Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.
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p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”17″>Concluyo con esta frase de Oscar Romano: Juntos, pero no revueltos. Al César se le paga. A Dios se le agradece.
Palabra de Vida Mes de junio
«Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado» (Mt 10, 40)
Acoger al otro, al distinto a nosotros, es la base del amor cristiano. Es el punto de partida, el primer peldaño para construir esa civilización del amor, esa cultura de comunión a la que Jesús nos llama sobre todo hoy. https://www.focolare.org/espana/es/news/2020/05/30/junio-2020/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.