LITURGIA DE LA PALABRA
Introducción
Hoy celebramos las Témporas de acción de gracias y la liturgia invita a la comunidad cristiana a practicar la verdadera gratitud, esa que nace de la humildad, del reconocimiento de nuestra dependencia de Dios. Esta humildad nos permite pedir sin exigir y recibir con el corazón abierto. A mostrar una gratitud activa, no solo viendo la presencia del Señor en los momentos cotidianos y reconocer y valorar los bienes que tenemos, sino manifestarlo a través de obras, no solo de palabras, sino ayudar a otros y devolver el favor recibido. Y dar gracias incluso por las enfermedades, pues pueden servir como “medicina del espíritu” y nos ayudan a crecer en fe y fortaleza.
PRIMERA LECTURA del libro del Génesis 1, 27-30
Creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo:
—«Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra».
Y dijo Dios:
—«Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde les servirá de alimento».
Y así fue.
Reflexión:
En este texto y dentro de la celebración de hoy, demos gracias a Dios por el hermoso regalo de la creación. Con la creación, el Señor nos muestra que ante el ambiente de injusticia , de desigualdad y de dominación por parte de quien se cree amo y señor del mundo, se contrapone este nuevo elemento de resistencia: Dios nos entrega la creación desde el amanecer hasta la complejidad de los sistemas terrestres. Todo muestra la grandeza de Dios y es motivo de agradecimiento. Dios crea al hombre y a la mujer a su propia imagen y semejan, para que administren conjuntamente su obra en igualdad de responsabilidad. Su imagen y semejanza con Dios era el proyecto propio del ser humano como pareja: construir cada día esa imagen y semejanza manteniendo la fidelidad al proyecto armónico y bondadoso del principio, sin dominar a los demás ni someterlos a tiranía, ni a los débiles ni al resto de la creación.
SALMO RESPONSORIAL 8, 4-5. 6-7. 8-9. 10 (R.: cf. 7)
R. Señor, diste al hombre el mando sobre las obras de tus manos.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies.
Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.
Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Reflexión:
Este Salmo recalca la dignidad de la persona humana que se despierta al llamado de Dios y que crece bajo su mirada. Hoy demos gracias pues Dios ha colocado al ser humano por encima de toda la creación material y recalcado la igualdad fundamental de todos.
EVANGELIO según san Lucas 17, 11-19
Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes».
Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias.
Éste era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?».
Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
Reflexión:
El texto de san Lucas, se centra hoy en la fe, la gratitud y la salvación.
La historia de Jesús -como caminante- no es diferente a nuestras historias y experiencias de vida. El ponerse en marcha, o “en camino”, le brinda a la persona caminante la posibilidad de encontrarse con gente de diferentes estilos de vida. En el camino, nuestra historia se enriquece con otras historias, y nuestros dolores disminuyen cuando se comparten con los hermanos y hermanas que tienen la misma la fe en el Dios de Jesús. También Jesús se encuentra con mucha gente y con muchas situaciones de dolor en su recorrido desde Galilea hasta Jerusalén. En el camino, diez personas leprosas le piden a Jesús que tenga misericordia de ellas. Estas personas leprosas hacen su pedido a distancia, por su condición de “contagio” y de estigma. Las personas leprosas conocen las reglas de pureza y justamente por eso no se acercan a Jesús sino que se quedan a distancia: “se pararon de lejos. En dicha sanación, el leproso sanado realiza varias acciones: ve a Jesús, se postra con el rostro en tierra, y le ruega a Jesús diciendo que, si quería, podía limpiarlo. Solo este leproso, un samaritano, regresa a dar gracias a Jesús, mientras los otros nueve, que también son sanados, desaparecen. Jesús destaca la ingratitud de los demás y le dice al samaritano: “tu fe te ha salvado”, uniendo la sanación física con la salvación espiritual y la respuesta de gratitud.
Nos explica el Papa León XIV que “…los leprosos que en el Evangelio no vuelven a dar las gracias nos recuerdan, de hecho, que la gracia de Dios también puede alcanzarnos y no encontrar respuesta, puede curarnos y seguir sin comprometernos. Cuidémonos, pues, de ese subir al templo que no nos lleva a seguir a Jesús. Existen formas de culto que no nos unen a los demás y nos anestesian el corazón. Entonces no vivimos verdaderos encuentros con aquellos que Dios pone en nuestro camino; no participamos, como lo hizo María, en el cambio del mundo y en la alegría del Magnificat. Cuidémonos de toda instrumentalización de la fe, que corre el riesgo de transformar a los diferentes —a menudo los pobres— en enemigos, en “leprosos” a los que hay que evitar y rechazar.”
Señor te damos gracias por tus obras en nuestra vida y te pedimos como nos lo indicó el Papa Francisco, por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza:
Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- https://servicioskoinonia.org/leccionario/texto/5220TATEMP_2.html
- Biblia Latinoamericana
- https://www.vatican.va/content/leo-xiv/es/homilies/2025/documents/20251012-giubileo-spiritualita-mariana.html
- https://www.workingpreacher.org/commentaries/revised-common-lectionary/ordinary-28-3/comentario-del-san-lucas-1711-19-3#:~:text=comunidad%20del%20camino.-,“Levántate%2C%20vete;%20tu%20fe%20te%20ha%20salvado”%20(,curadas%2C%20desaparecen%20de%20la%20escena.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
Palabra de Vida Mes Noviembre. «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios“. Mt 5, 9 https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2025 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.