- Gen 46, 1-7. 28-30
- Sal 36
- Mt 10, 16-23
Sabemos que los caminos que conducen al Señor no son fáciles, por eso hoy la liturgia nos insta a perseverar hasta el final y como ejemplo tenemos la historia de José el hijo de Isrrael.
En la primera lectura vemos el premio que recibe José, al mantenerse perseverante en todo el tiempo que estuvo sin ver, ni saber de su padre, pero siempre manteniéndose haciendo el bien. Y vemos a un Jacob, creyente que pone su destino en manos de Dios, y recibe de Dios la bendición de su fidelidad. ”No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en un pueblo numeroso. Yo bajaré contigo a Egipto y yo te haré subir…” Es un episodio de confianza en las manos de Dios y de seguridad de que los destinos de Dios se hacen presentes en los aconteceres de nuestras vidas. El Dios de las promesas, el Señor de nuestros Padres, cuida de Jacob igual que salvó a José, porque cuida de su pueblo y mantiene su alianza con Israel. Una alianza que se cumple en el tránsito, en el deambular, siguiendo los caminos del Señor, confiando en que allí donde el pueblo acampa, allí se hace presente la mano de Dios, que continuará en un Éxodo de 40 años y en la historia sucesiva de su Pueblo.
Hoy, el Evangelio remarca las dificultades y las contradicciones que el cristiano habrá de sufrir por causa de Cristo y de su Evangelio, y como deberá resistir y perseverar hasta el final. Jesús nos prometió: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20); pero no ha prometido a los suyos un camino fácil, todo lo contrario, les dijo: “Seréis odiados por todos a causa de mi nombre. Pero el que persevere hasta el fin se salvará”. Estas palabras del Señor, nos hacen comprender, nos explicaba el Papa Francisco que “en las pruebas aceptadas a causa de la fe, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida. Para acoger verdaderamente a Jesús en nuestra existencia, el camino es precisamente el que indica este Evangelio. Es decir, testimoniar a Jesús en la humildad, en el servicio silencioso, sin miedo a ir contracorriente. “
Mateo refleja aquí este pensamiento de la iglesia primitiva que espera la llegada cercana del Reino, recordando las promesas de Jesús. Una venida que exige conversión, desprendimiento, confianza y fe en el Señor. No serán tiempos fáciles ni circunstancias llevaderas. Habrá que afrontar cualquier dificultad que se presente, cualquier persecución, infamia o traición, incluso de los más allegados. Pero animados por la fe y la certeza de que el Espíritu se hará presente y pondrá en sus bocas las palabras y las defensas más idóneas para testimonio del Padre. Aunque la perspectiva no es halagüeña ni seductora, la fuerza de la fe en Jesús hace que la comunidad reciba estas palabras con la esperanza de ver pronto al Señor. No importan los percances momentáneos ni las dificultades diarias, porque saben que cuentan con la fuerza del Espíritu. El Dios que ha permanecido fiel y presente con sus promesas, sigue actuando en el Espíritu del Señor.
Este es el premio de los que confían en el Señor y hacen el bien, como nos dice el Salmista, quien sabe que el señor vela por los días de los buenos, que ama la justicia, salva a los justos y los protege y los libra en el peligro.
El Salmo nos insta a confiar en el Señor, a hacer el bien, pues El vela por los días de los buenos; ama la justicia; salva a los justos, los protege y los libra.
Sigamos orando como nos lo pidió el Papa Francisco por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza:
Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
- https://es.catholic.net/op/articulos/48483/cat/331/yo-los-envio-como-a-ovejas-en-medio-de-lobos.html
- Día.https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/12-7-2019/
- https://evangeli.net/evangelio/dia/2025-07-11
Palabra de Vida Mes Julio: Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió.” (Lucas 10:33) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.