Hoy, que celebramos la Fiesta de San Juan, apóstol y evangelista, la Liturgia, condensa la experiencia de este discípulo al lado del Señor y es que nadie como él ha bebido de la misma fuente del corazón de Cristo, porque aquel “que Jesús amaba estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús” (Jn 13, 23). Por eso, nadie nos introduce mejor que san Juan en el misterio de la Navidad, donde el Amor se hace carne.
Durante estos últimos tres días hemos estado celebrando nacimientos. En primer lugar, el de nuestro Señor, en segundo lugar, ayer celebrábamos el martirio de san Esteban, que es el nacimiento al cielo del primer hombre que dio la sangre por Cristo, y por último, hoy celebramos el nacimiento en la fe con san Juan.
Juan amaba tanto al Señor, que como acabamos de leer en el texto del evangelio, apenas supo que había resucitado, salió corriendo sin importar que lo apresaran en el camino por ser seguidor de Jesús. Su “nuevo nacimiento” en la fe lo está viviendo en este relato evangélico con la fuerza de la alegría que produce una experiencia real y cercana con Jesús como mejor amigo.
“Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén unidos con nosotros, y juntos estemos unidos con el Padre y su Hijo, Jesucristo. Les escribimos esto para que se alegren y su alegría sea completa.”, nos dice en la primera lectura y el Salmista nos indica que “amanece la luz para el justo, y la alegria para los rectos de corazón.”
Sabemos que todo lo que nos dice San Juan en este pasaje y en toda su carta, sin llamarle por su nombre, es sobre Jesús… el camino de nuestra alegría y esperanza.
Si alguno te preguntara ¿Qué fue para ti esta fiesta de Navidad?, ¿Qué le responderías? Desafortunadamente para algunos hermanos, esta celebración no dejará de ser simplemente una fiesta con buñuelos, ponche y una cena especial.
Sin embargo, el objetivo de esta celebración fue que cada uno de nosotros nos encontráramos con Jesús que, en su humildad, nos invita a construir, desde la sencillez, un mundo lleno de paz y de amor. Ya que Dios nos ha reconciliado por medio de su Hijo y lo ha enviado con un mensaje de paz y perdón, debería ser entonces, para cada ser humano, una profunda experiencia de perdón y reconciliación.
Conscientes del significado profundo que tiene la Navidad, porque nos sabemos salvados por el misterio de la encarnación, del Dios con nosotros, del Dios que se acerca a cada persona, vivamos esta fiesta con auténtico regocijo, llenos de fe y esperanza, porque nos sabemos partícipes de la naturaleza divina que nos comparte el Señor.
Demos espacio en nuestro mundo a esa luz para que no se extinga; que nuestro testimonio nos lleve a vivir una verdadera Navidad con la presencia del Niño Dios nacido en Belén. Sin Jesús, no podremos vivir la Navidad. Sin fe y sin amor, no tendremos verdadera Navidad.
Jesús desea ardientemente que nosotros también tengamos ese nuevo nacimiento en espíritu. Hoy nos invita a que corramos en la fe. A lo mejor cojeamos un poco con una fe cansada y rutinaria, o puede ser que los “músculos” de nuestra fe se encuentren débiles y acalambrados. Para ganar este maratón el mejor entrenamiento es amar y dejarnos tocar por Dios para nacer de nuevo.
Al final de la carrera, según nos cuenta el Evangelio, Juan no vio al Señor al instante, pero vio sus signos y creyó ¿Cuántos signos nos ha dado a nosotros?
«Una auténtica fe —que nunca es cómoda e individualista— siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra», nos decía el Papa Francisco (Lumen Fidei, n. 183)
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/67811/cat/330/vio-sus-signos-y-creyo.html#modal
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/12/27/el-amor-se-hace-carne/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=27-12-2024
- https://www.iglesiacr.org/mensaje-para-el-tiempo-de-navidad-de-los-obispos-de-la-conferencia-episcopal-de-costa-rica-2/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.