- –Curación del Ciego
Jn 9, 1-11 nos dice: “Al pasar, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron:
-Maestro, ¿quién ha pecado para que esté ciego: él o sus padres?
-Jesús respondió: «Esta cosa no es por haber pecado él o sus padres, sino para que unas obras de Dios se hagan en él, y en forma clarísima.
Mientras es de día tenemos que hacer la obra del que me ha enviado; porque vendrá la noche, cuando nadie puede trabajar.
Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.
Dicho esto, hizo un poco de lodo con tierra y saliva, untó con él los ojos del ciego y le dijo:
-Vete y lávate en la piscina de Siloé (que quiere decir el Enviado).
-El ciego fue, se lavó y, cuando volvió, veía claramente.
Sus vecinos y los que lo habían visto pidiendo limosna, decían: ¿No es éste el que se sentaba aquí y pedía limosna?
Unos decían: «Es él. » Otros, en cambio: «No, es uno que se le parece».
Pero él afirmaba: «Sí, soy yo.» Le preguntaron:
-¿Cómo es que ahora puedes ver?
Contestó: «Ese hombre al que llaman Jesús hizo barro, me lo aplicó a los ojos y me dijo que fuera a lavarme a la piscina de Siloé. Fui, me lavé y veo.»
Vamos a ir analizando algunos datos importantes para adentrarnos en la magnitud de este milagro.
1.- Se cree, nos dice Mark Batterson el autor del Libro el Ladrón de Tumbas, que a los seis meses de edad, los niños comienzan a formar imágenes internas de las realidades externas, para poco a poco desarrollar la capacidad de crear análogas imágenes mentales. Como en una de las cámaras Polaroid que tardaba en revelar la foto, esas imágenes externas se van revelando en el cuarto oscuro del ojo de tu mente, luego el pequeño va a lograr conectar esa imagen que corresponde con el vocabulario. Pero si no llega a desarrollarse tu visión con normalidad, tampoco lo hará el ojo de tu mente.
Entonces en el texto aquel hombre que había nacido ciego, su álbum de fotos estaba vacío, nos dice el autor. Había oído pero no podía imaginar lo que oía porque nunca lo había visto, ni siquiera se había visto a sí mismo en un espejo. Este era el mundo del hombre nacido ciego. Que no es lo mismo de una persona que queda ciega por un accidente o una enfermedad pero que en algún momento de su vida pudo ver.
Es por eso, que el sexto milagro es uno aparte, una categoría en sí mismo. Jesús no solo sana a un hombre ciego; sana a un hombre que había nacido ciego, y es que en este caso no había conexiones sinápticas entre el nervio óptico y la corteza visual en el cerebro del ciego. Jesús vuelve a cablear el cerebro del ciego, creando un camino de sinopsis que no existía.
2.-“Maestro, ¿quién ha pecado para que esté ciego: él o sus padres?”:
Cuando la vida no sale según lo planeado naturalmente buscamos a quién o qué culpar. Es una tendencia que tiene origen en el jardín del Edén, y en el juego de las culpas nadie gana.
3.-“Esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida”:
Si bien la Biblia nos nos revela sobre los padres del hombre nacido ciego, no es difícil, sobre todo en ese entonces, en que no se explicaban estos casos como enfermedad, sino como pecado, la amargura de estos padres, al descubrir que su hijo nunca los podría reconocer físicamente. El latigazo emocional debió haber sido devastador. Las preguntas sin respuesta les habrían perseguido el resto de su vida.
Te pregunto: ¿Qué haces cuando no llega el milagro que con tanta fe le pides a Dios? ¿Qué haces cuando por mucho que ores, o esperes, sientes que jamás llega tu día?. Lo mejor en esos momentos es reposar en la gracia de Dios por completo. No siempre recibimos respuestas a nuestros por qué, pero muchas veces, Dios nos deja pistas.
A veces necesitamos seguir esperando como la hemorroisa, pero otras tenemos que reconocer que las circunstancias que ha menudo le pedimos a Dios que cambie, son justamente las que muchas veces El está usando para cambiarnos.
4.-“Dicho esto, escupió en el suelo, hizo barro con la saliva y se lo untó en los ojos al ciego”
¿Sabías por qué Jesús uso saliva? En el mundo grecorromano se asociaba la saliva con la magia. Jesús parece estar afirmando su poder creador: Gen 2, 7 nos dice: “ Entonces Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices su aliento de vida y existió el hombre con aliento de vida”. Ahora escupe en el polvo y hace barro para que los ojos de ciego puedan ver. Aquel que creó todo en primer lugar, es el mismo que puede recrear lo que sea en segundo lugar.
5.- “Vé y Lávate”: no hay nada que El no pueda hacer; pero recuerda que nosotros tenemos que hacer nuestra parte.
Nos dice el autor: “No estoy muy seguro de por qué Jesús le dijo a este hombre ciego que fuera a lavarse, pero supongo que había vivido una vida relativamente de dependencia e indefensión.
Así que Jesus nos solo sanó su ceguera, sino que restauró su dignidad, reprendiendo a la indefensión.
6.- “Al volver ya veía”. Si este hombre no hubiera dado ese paso de fe, de ir a la piscina de Siloé como Jesús le había ordenado, probablemente no habría ocurrido el milagro.
Allí está el secreto de lo milagroso: la mayoría de los milagros requieren de una acción de ciega obediencia.
No conozco tus circunstancias personales y específicas, nos dice el autor. Pero se que Dios puede crear un nuevo circuito sináptico o reparar uno existente . El es el Dios de las segundas oportunidades, de las terceras, las cuartas y las milésimas. Nunca es poco. Nunca es demasiado tarde. Cuando Jesús se involucra, ¡nunca digas nunca!
Pero recuerda siempre no puedes fabricar milagros, pero sí puedes lavarte en el pozo de Siloé: un paso de obediencia puede abrirte los ojos, un paso de obediencia puede dar inicio a un nuevo capítulo en tu vida.
- El ladrón de Tumbas. 1, 32-44
Jn 11, 32-44 dice: “Al llegar María a donde estaba Jesús, en cuanto lo vio, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.»
Al ver Jesús el llanto de María y de todos los judíos que estaban con ella, su espíritu se conmovió profundamente y se turbó.
Y preguntó: «¿Dónde lo han puesto?» Le contestaron: «Señor, ven a ver.»
Y Jesús lloró.
Los judíos decían: «¡Miren cómo lo amaba!
Pero algunos dijeron: «Si pudo abrir los ojos al ciego, ¿no podía haber hecho algo para que éste no muriera?»
Jesús, conmovido de nuevo en su interior, se acercó al sepulcro. Era una cueva cerrada con una piedra.
Jesús ordenó: «Quiten la piedra.» Marta, hermana del muerto, le dijo: «Señor, ya tiene mal olor, pues lleva cuatro días.»
Jesús le respondió: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»
Y quitaron la piedra. Jesús levantó los ojos al cielo y exclamó: «Te doy gracias, Padre, porque me has escuchado. Yo sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por esta gente, para que crean que tú me has enviado.
Al decir esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!»
Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: «Desátenlo y déjenlo caminar.”
Hay ciertas cosas de la tradición judía con respecto a los muertos que es importante entender mejor comprensión de este milagro.
Cuando Lázaro murió, le ataron los tobillos y vendaron su cuerpo con los brazos pegados al cuerpo. Luego envolvieron su cuerpo con unos cincuenta kilos de tela para proteger y preservar el cadáver. Algunos estudiosos afirman que la cabeza se debe haber envuelto con tanta tela de lino como para llegar a medir treinta centímetros de ancho. Así que la mejor imagen mental es que Lázaro debió haberse visto como una momia.
Vamos también a ir desgranando este texto para reflexionar sobre este milagro:
1.- “Señor, le dijo Marta a Jesús, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aún ahora Dios te dará todo lo que le pidas”. Esta declaración revela dos tipos de fe. La primera es lo que yo llamaría, nos dice el autor, fe preventiva, cree que Dios puede impedir que sucedan las cosas. Hoy una segunda dimensión de la fe que cree que Dios puede deshacer lo hecho; fe de resurrección. Es una fe que se niega a poner punto final a las desilusiones porque Dios puede hacer posible tu imposible.
Hay veces que necesitamos aferrarnos a un sueño, pero otros en que debemos dejarlos de lado, para ello el Espíritu Santo nos da el don del discernimiento.
Supongo que Marta y María, podrían haber dejado a Lázaro en su lecho de muerte en vez de embalsamarlo, pero su intento humano para facilitar un milagro, le había robado en realidad a Dios la oportunidad de revelar su poder de resurrección. Resucitar a alguien en su lecho de muerte es una cosa,. ¡Pero llamar a un muerto para que salga de su tumba cuatro días después de muerto es otra!
2.- “Jesús lloró.” En el antiguo Israel era costumbre sepultar a los muertos el mismo día. Después de la muerte el Talmud prescribía siete días de duelo total y treinta de duelo parcial. Así que Jesús aparece en medio del más profundo dolor de esa gente y se conduele.
El verbo griego (llorar), conjugado aquí sugiere que Jesús rompió en llanto, eso revela lo mucho que amaba a Lázaro. Y también revela a un Dios que derrama lágrimas, no solo llora por nosotros, sino que recoge las nuestras. (Salmo 56, 8)
Tus lágrimas y las mías son preciosas para Dios; sean de gozo, dolor o tristeza, Dios no menosprecia una sola de ellas.
Si has pasado por una pérdida como la de Marta y María, sabrás que a veces, solo necesitas un hombro donde llorar.
3,- “Quiten la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.” Cuando todos pensaban que Lázaro jamás regresaría, Jesús lo llamó de vuelta a la vida para demostrar que, por agonizante que pudiera estar la humanidad, Él es la resurrección y la vida.
Uno de los más conmovedores detalles de este poderoso relato es el revelador comentario de Martha: “hiede ya”. En otras palabras, ella dijo: “huele terrible”, “está podrido”.
No es casualidad que el relato contenga una orden de Jesús antes que se desarrollase el milagro: muevan la piedra.
Frente a los grandes desafíos de la vida, Dios siempre está dispuesto a ayudarnos. Él se ha comprometido con nuestro bienestar. Sin embargo, tendremos que hacer nuestra parte.
Dios no trabaja solo, Él lo hace en equipo. Por tanto, Él espera que usted camine con Él, a su ritmo y al compás de sus propósitos.
Me pregunto: Si Jesús resucitó a Lázaro, ¿acaso no podría mover la piedra también? Claro que podría. Pero en los planes de Dios no está minimizar las capacidades de sus hijos, sino ayudarnos a descubrir de lo que podemos ser capaces cuando vivimos por fe.
Mover la piedra significa hacer lo que está en nuestras manos, para luego ver a Dios hacer lo que solo Él puede hacer.
Meditemos un minuto: Cuál es tu piedra? ¿Qué está en tus manos hacer hoy?
Usted no será quien haga el milagro, pero sí deberá usar su fe para propiciarlo. Entonces dele movimiento a sus intenciones.
¿Qué es lo que tiene que morir en vos para poder resucitar? ¿Para que Dios pueda revelar más de su poder? ¿Para que a Dios sea toda la Gloria?
¿Cuántos asuntos de su vida considera que hieden? No lo sé. Lo que sí sé es que, sin importar el tiempo que haya pasado, Jesús tiene el poder de revertir la destrucción y la muerte, para darnos esperanza y vida.
Sin embargo, hay un asunto vital en esta historia incluido en la declaración de Jesús: “Quitad la piedra”. Eso lo debemos hacer.
4.- “Sal Fuera” Te has preguntado alguna vez, ¿qué habría sucedido si Lázaro, sigue muerto? Sería el momento más vergonzoso para Jesús, verdad?
Los seis milagros que lo preceden, establecen la credibilidad de Jesús.
El revela su dominio sobre todas las cosas, desde las moléculas de agua, hasta las cuatro dimensiones de las cuatro realidades espacio- tiempo .
Cuando manda a Lázaro para que salga, Jesús estaba poniendo todas sus fichas milagrosas en medio de la mesa. Este es el secreto para experimentar lo milagroso, tienes que arriesgar tu reputación, si no corres el riego, jamás serás testigo de los milagros.
Cuando pecamos es como si el enemigo nos envolviera en sudarios de 50 kilos de tela. El pecado nos convierte en momias. Nos volvemos apenas una sombra de la persona que Dios quiso que fuéramos. Si sigues pecando, el lastre te pesará con esos 50 kilos de tela.
Jesús te llama para que salgas de tu tumba.
¿Puedes oírlo decir tu nombre? Te está llamando a salir del pecado, a salir de la muerte, a salir de tu tumba.
Nuestra segunda vida empieza cuando Cristo nos llama a salir de la tumba del pecado.
La muerte nunca fue el plan original de Dios, fue resultado del pecado original, por eso el Ladrón de Tumbas, lo vuelve a robar.
El Hijo de Dios, entró en el espacio-tiempo para que tu y yo podamos pasar a la eternidad. En algún punto, el miedo a la muerte acalla nuestra anticipación de la vida eterna, nos olvidamos que ella fue derrotada hace dos mil años y que estar ausente del cuerpo es estar presente con el Señor. La muerte es un nuevo comienzo. Muchos de los milagros que esperamos en la tierra finalmente se cumplirán en el cielo.
Nuestra Vida Eterna, empieza cuando nuestro cuerpo es sepultado. La muerte es el peaje de salida que todos tenemos que pagar, pero también es la rampa de entrada a la Eternidad.
Cuando Jesús murió en la Cruz, Satanás sonrió, pero el Ladrón de Tumbas rió de último. Siempre lo hace, crees esto? Si lo crees, El hará posible lo imposible.
La Resurrección de Jesucristo es el eje en torno al cual gira nuestra fe. El truco está en que aprendamos a vivir como si Jesús hubiera sido crucificado ayer, se hubiera levantado de entre los muertos hoy y volverá mañana.
El sétimo milagro revela la verdadera identidad , la plena identidad de Jesús. No solo es el Señor Latitud, o el Señor Álgebra, por impresionantes que sean esos milagros. Es más que el Hacedor de Vino, o el Caminante sobre el Agua , es el Ladrón de Tumbas. Y deja su afirmación para el final: Yo Soy la Resurrección y la Vida. (Jn 11, 25)
Este milagro no solo preanuncia la Resurreción del mismo Jesús. ¡Preanuncia la tuya y la mía! No se trata de algo que Jesús hizo por Lázaro. Es una instantánea de lo que quiere hacer con tu vida y la mía hoy mismo, aquí mismo.
“Nuestra vida está llena de milagros, afirma el Papa Francisco…Los milagros, son signos extraordinarios que acompañan la predicación de la Buena Noticia y tienen el objetivo de suscitar y reforzar la fe en Jesús
…El Santo Padre advierte del riesgo de que “nuestro corazón pueda acostumbrarse y permanecer indiferente, o curioso pero incapaz de asombrarse, de dejarse “impresionar” por las señales de Dios”.
Canción:
https://youtu.be/3apX7y5Thkw?si=LbWOZhcYhq9rKE8c
Tomado de :
Libro el Ladrón de Tumbas. Autor Mark Batterson
Biblia Latinoamericana
https://ieeducacion.com/etapa-preoperacional/#
https://www.soynazareno.info/devocional/c/0/i/77744106/quitar-la-piedra
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.