Señor, te necesito. Aunque mi autosuficiencia me invite a otros menesteres, sé que sin Ti nada soy.
Aunque no te vea, sé que estás presente, interesado en tener un diálogo de amor conmigo en esta oración.
Permite que sepa alejar mis preocupaciones para guardar el silencio necesario y escuchar lo que hoy me quieres decir.
Jesús, dame tu gracia y la fuerza para vivir siempre de acuerdo a tu Evangelio.
Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.
Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.