?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 1 Jn 1, 5-2,2
- Sal 123
- Mt 2, 13.18
En la liturgia de los Santos Inocentes, la primera lectura nos invita a reflexionar en una actitud propia de muchos de nosotros y uno de los grandes escollos en la vida espiritual, el reconocer que somos pecadores.
La indiferencia y las situaciones de confort también nos instalan en una dinámica de omisión. Nuestra medida en el amor es el Amor de Dios. Por eso no podemos cerrar los ojos o los oídos ante las diversas manifestaciones de violencia que ocurren a nuestro alrededor. Hay gritos, que, aunque son silenciosos, desgarran el corazón de Dios.
Esta es una llamada a la conversión personal, y por qué no, también comunitaria. El mal se hace presente en la realidad humana cuando egoísmo e intereses particulares invaden nuestra libertad.
“Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra” nos dice el Salmo. Se hace necesario que la luz de Dios ilumine nuestro corazón para que, como dice la misma Escritura, sea el Espíritu Santo quien nos revele que somos pecadores y que, por lo tanto, necesitamos de la gracia y la salvación de Jesús. Cristo nos ofrece su perdón, su paz y su amor; aceptémoslo con humildad, reconociendo que somos pecadores. Acudamos al sacramento de la Reconciliación.
Acerca del evangelio, dijo una vez San Quodvultdeus al exhortar a los fieles sobre los Santos Inocentes, los niños que murieron por Cristo: “Todavía no hablan, y ya confiesan a Cristo. Todavía no pueden entablar batalla valiéndose de sus propios miembros, y ya consiguen la palma de la victoria”.
Hoy la Iglesia celebra la festividad de los Santos Inocentes. Contemplando en este día el pesebre de Belén vemos como se cierne sobre Cristo la sombra de la cruz y la espada que traspasará el alma de la Virgen. La persecución de Herodes provocará la muerte de unos niños, los primeros mártires de la historia, y la obligada huida de la Sagrada Familia a Egipto.
Nos explica el Papa Francisco: “Jesús, desde su nacimiento, fue como una bandera discutida que provocó la adhesión de unos y el rechazo de otros. Herodes, por una parte, y José y María, por otra, encarnan en este relato las dos posturas contrapuestas. La Virgen de Nazaret, aceptando ser su madre, asumió que desde ese momento que toda su vida era relativa a Cristo. Sabía que, a partir de entonces, su existencia estaba en función de aquel de quien era madre. Probablemente, no intuía que el seguimiento de su hijo iba a empezar tan pronto ni que la iba a conducir a un país extranjero.”
Hoy nos comenta Hna. Ana Belén Verísimo García OP, la Palabra nos provoca y cuestiona: ¿De qué lado estoy? ¿De qué lado quiero estar? La fe nos urge, nos lanza… no para ser salvadores o héroes, sino para que, con sencillez y constancia, nos comprometamos con el Reino de Dios.
Palabra de Vida Mes de Diciembre
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?.” ( Salmo 27 (26), 1) Recuerda Dios existe y me ama. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.