?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ef 4, 7. 11-16
- Sal 123
- Lc 13, 1-9
Comenta Fray Carlos Jose Romero del texto de los Efesios que meditamos en la liturgia de hoy que todos los bautizados hemos recibido la Gracia, la propia vida de Cristo resucitado, que potencia nuestras facultades, ilumina nuestro carácter y da sentido a ese amor con el que hemos sido creados. Pero está en cada uno no ya solo descubrirlo, sino aceptarlo y, lo más difícil, ponerlo al servicio de la comunidad que Él quiso fundar: la Iglesia; muchas veces, sin embargo, olvidamos nuestro sentido eclesial. Nos limitamos a estar, no a participar; a criticar, no a aportar soluciones. Y nuestra fe se resiente y la Iglesia deja de tener sentido de comunidad.
Cuando Jesús llamaba a una persona para seguirle, el sí implicaba siempre la integración en el grupo de sus discípulos. La fe en Cristo, el Hombre para los demás por antonomasia, entonces y ahora, es una invitación a poner nuestros carismas al servicio de la Iglesia y en la comunidad concreta donde Él nos ha destinado.
Es por eso que Pablo afirma que por Cristo que es la Cabeza, todo el cuerpo, que somos nosotros, recibimos su organización, cohesión y vida.
Así, nos explica el Papa Francisco del evangelio “La higuera que el maestro en la parábola quiere desarraigar representa una existencia estéril que es incapaz de dar, incapaz de hacer el bien. Es el símbolo de alguien que vive para sí mismo, saciado y tranquilo, que disfruta de sus propias comodidades… Esta actitud de egoísmo y esterilidad espiritual se compara con el gran amor del viñador por la higuera. Le pide al maestro que espere. Es paciente, sabe esperar y le dedica su tiempo y su trabajo. Él le promete al maestro que cuidará especialmente ese árbol desafortunado.
La semejanza de este viñador manifiesta la misericordia de Dios, que nos deja tiempo para la conversión. Todos necesitamos convertirnos, dar un paso adelante; y la paciencia y la misericordia de Dios nos acompañan en esto.”
Y qué es la conversión, nos insta a reflexionar el padre Yepes en el audio, y responde: Un cambio de mentalidad, un cambio de nuestro interior, y eso, indica, exige de tres elementos fundamentales:
- Decisión radical y determinación profunda de erradicar todo lo que sea necesario.
- Paciencia y perseverancia en el proceso; es un trabajo diario y durante toda nuestra existencia.
- Fe y confianza en el Espíritu Santo. Nuestro trabajo es dejarlo actuar.
Así ya no seremos higuera estéril, lista para ser cortada, sino que nos dispondremos para que el viñador pode, riegue y abone con su gracia nuestra mente, corazón y espíritu.
Palabra de Vida Mes de octubre.
Todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.” (Lucas 14, 11)
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.