Hoy que celebramos la fiesta de San Lorenzo, quien se caracterizó por su entrega total al servicio de la Iglesia, la liturgia nos invita a imitar sus virtudes y dar fruto con el que se enriquezcan los demás.
Hoy la liturgia nos habla del deseo del Señor de declarar año de Jubileo, pero a la par nos confronta ante el coraje transfigurado por la fuerza del Amor.
Hoy la liturgia nos invita a reflexionar sobre: ¿Somos personas de poca fe como los habitantes de Nazaret? ¿Valoramos los méritos de los demás o intentamos engordar sus posibles defectos?