Mi Señor, ayúdame a ser fuerte, a luchar en medio de la dificultad y confiar en Ti. Tú me corriges a través de mis propios errores. También a través de situaciones difíciles o incómodas por las que atravieso y que muchas veces no comprendo. Pero lo haces con gentileza, con caridad y bondad, sabiendo que puedo crecer en fortaleza a través de tu corrección.
Te pido que también me des sabiduría para saber corregir a los míos de la mejor manera, pues yo también estoy llamado a hacer lo que Tú haces conmigo, con aquellos que han cometido faltas contra mí o contra la caridad.
Soy tuyo Señor, ven y dame un corazón puro para amar y servir. Así como aquello que se puede cosechar es cosechable, también yo, si puedo amar, debo ser amable. Por eso, quita de mí todo rencor, todo dolor o herida del pasado que impide que yo me deje amar y ser amable. Arrojo a tus pies todo deseo de venganza para que me llenes de tu caridad que todo lo sana. Dame un corazón bueno y dócil, aferrado a tu promesa de que, si pido al Padre en tu nombre, Tú me lo concederás. Amén
Propósito para hoy.
Tener respeto en mis conversaciones con el que piensa distinto, ofreciendo siempre una palabra de consuelo y esperanza, comprendiendo que, el amor es paciente, es amable y no tiene envidia.
Frase de reflexión: “Los hombres y mujeres de oración llevan en sus rostros destellos de luz: porque incluso en los días más oscuros el sol no deja de iluminarlos“. (Papa Francisco, 7.08.2020)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.