?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Eclo 2, 1-13
- Sal 36
- Mc 9, 30-37
Hoy la liturgia nos hace una invitación clara a vivir confiando en El, sobre todo en esos momentos en que nos sentimos agobiados y desesperados, poner nuestra vida en sus manos, como nos dice el Salmo hoy, a esperar en El y no dudar nunca que “l Señor es comentó y misericordioso, el perdona nuestros pescados y salva en el tiempo de la tribulación, nos dice la primera lectura.
Nuestro problema es que buscamos los primeros lugares, lo fácil, el éxito según nuestra manera de pensar y, entonces, fácilmente olvidamos la lógica de Dios, “el que quiera ser el primero que sea el último y servidor de todos” , a ser como niños que confían plenamente en su Padre.
Esta lógica de Dios, muchas veces, igual que le pasaba a los discípulos, no la entendemos, y mientras vamos caminando, en lugar de preguntarle al Señor en oración, discutimos al respecto y creamos división, en lugar de cambiar y transmitir ese influjo que viene de Dios que nos lleva transmitir la esperanza, la alegría de quien se sabe amado por Dios.
El Papa Francisco nos dice, no nos centremos en lo que nos divide sino en lo que nos une: “El demonio, durante toda la historia, ha tentado a la Iglesia intentando dividirla y de cómo por desgracia, la Iglesia ha estado marcada por graves y dolorosas divisiones que a veces han durado mucho tiempo, llegando hasta nuestros días, por lo que resulta difícil reconstruir todas las motivaciones y sobre todo encontrar posibles soluciones.
Detrás de todas estas heridas se encuentran siempre la soberbia y el egoísmo que son la causa del desacuerdo y nos hacen intolerantes e incapaces de escuchar y de aceptar a quienes tienen una visión o una posición diferente a la nuestra, …el Señor nos pide una renovada apertura: nos pide que no nos cerremos al diálogo y al encuentro; es más, que acojamos todo lo válido y positivo que nos ofrecen incluso aquellos que no piensan como nosotros… ”
Mes de febrero.
Acercar una persona a la Fe
Trata de llevar, al menos, a una persona de poca fe a la Iglesia y ayúdale en su proceso de conversión y ¿por qué no?, a lo mejor estarías ayudando también a tu propia conversión.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo me sale bien”
Sor Evelia 08/01/2013.